Memoria: 29 años de democracia
Bueno, esto salió
en un intercambio de mails con amigos, el 29 de octubre de 2012; rememorando
estos ¡ya veintinueve! años de democracia continua, con avances, retrocesos,
dolores, tragedias y también, alegría.
Me dijeron que
lo publicara, me sigue dando vergüencita, pero, qué sé yo, hoy, a un mes de
escribirlo, y hoy cumpliendo un año más, sigo con la vergüenza, pero… tal vez
habrá que superarla… (lo que hace la historia, ¿no?)
Y, como dijeron
en el Manifiesto Liminar: “los dolores que quedan son las libertades que
faltan”, pero en democracia, y a pesar de nosotros mismos, sí, hay nuevos
dolores (y otros persisten), pero hay también nuevas libertades… Y esas nuevas
libertades abrirán nuevas libertades… aunque uno no sepa disfrutarlas por los
viejos dolores.
Vida
siempre, trastocando mi ser, dice Spinetta.
Y con Spinetta,
están Charly, y León, y tantísimos más, sonando en la vida.
Yo... qué sé yo... "la lucha continúa"... una raza de dinosaurios
desapareció, quedan otras, mutantes tal vez en las formas, quizás zombies,
dinosaurios zombies y hematófagos.
Las sirenas ya
no asustan, no es imprescindible sentarse en los bares viendo las puertas, no
hablás bajito en los baños de bar, trabajo, facultad.
No te fijás en
qué libros tenés en la biblioteca o llevás en el bolso.
No escondés
papelitos que te pasaron disimuladamente para que copiaras y pasaras también
disimuladamente.
Los azules ya no
asustan ni miran fijo y duro (a menos que tengas cara de negro).
De esas
casualidades cósmicamente cómicas, da la maldita puta mala leche que justojusto
tengo que leer el texto de Luís Romero, el hijo del historiador que fue el
primer rector de la UBA que recuperó la Reforma allá en 1955 y que quisieron
aniquilar, como aniquilaron otras cosas, con la noche de los bastones largos;
en esa época, en donde La Historia se hace un poco menos distante, cruza mi
vida, de ese período, el principio del fin, el fin del principio (ni hablar de
eso tan terrible de que lo que uno vivió ya sea Historia en un texto).
25 de mayo, 1973,
Plaza de los Congresos, “el Sol del 25 viene asomando”, hubo elecciones, no
pude votar porque no entré en el padrón... mi primer voto que no fue, pero
estoy ahí en la Plaza, un montón de gente, mucha gente, viene caminando por
Entre Ríos una columna con banderas rojas y los tipos enmascarados, llegan a la
Plaza, se sacan las máscaras y más que cantar gritan esa parte del himno
“libertad, libertad, libertad!.
¡Ja! desde los
once años había estado bajo dictadura, de golpe, eso que no sabía se podía
vivir “democracia”.
No sabíamos bien
dónde, pero decían que por ahí andaban Torrado, que no sabíamos muy bien quién
era, salvo que tenía que ver con Fidel, y Allende.
Los diarios en
sus editoriales insistían en las contradicciones fundamentales, la liberación
estaba ahí, a la vuelta de la esquina. Estaba lleno de hombres nuevos, la hora
de las armas y la violencia de arriba ya no iba más. La tortilla se volvía
(igual, de paso, guarda, no vayas a decir que ni ricos ni pobres debían comer
mierda, parecía justo que ahora le tocara a los ricos comer la mierda que le
tiraron durante tanto tiempo a los pobres, pero tenía un olorcito a venganza
que no parecía muy justo).
Duró poco.
Ni hablar de
Ezeiza. Ahí vino el quiebre. Se definieron los siguientes diez años de sangre.
Campora
renuncia, las mil corbatas de Lastiri, López Rega es el brujo, ascendido de
cabo a Oficial Mayor o algo por el estilo, el máximo capo de la Policía Federal
(“la cagada nacional”).
El León
Herbívoro trae la paz, y la Argentina Potencia.
Un primero de
mayo, en la Plaza, atrás de unos vidrios, Perón reta a los imberbes.
Los imberbes se
van, queda media plaza vacía.
Invisible
cantaba “El rey urga en sus muelas/antes de armar/y sus vasallos vomitan/tanta
traición/hasta que lentamente/uno de ellos se acerca/y le clava una daga por la
espalda/Y en el jardín está/la azafata del tren fantasma/la puedo ver reír/a la
azafata del tren fantasma”
Ivanisevich: En
la Universidad apagan todas las luces. No podíamos saber que esas luces se
estaban apagando en todos lados.
Documentos para
entrar y salir, tipos gordos y grandes por los pasillos. Los carteles que
colgaban del techo, larguísimos, que casi nadie leía, desaparecen (palabra que
todavía no quería decir lo que después quiso decir pero por algún lado
profetizaba un destino de ideas y personas) Si lo viviera hoy, diría “el futuro
ya no es lo que deseábamos que fuera”.
Los diarios
dejan de escribir y reflexionar sobre las contradicciones, ahora son las
disyuntivas de hierro. Y de nuevo, debemos ser occidentales y cristianos.
Sale el lp de
PorSuiGieco, en algunos que nadie sabe muy bien cuáles son, quedó un tema,
prohibido, “El fantasma de Canterville”, aunque en el sello y en la tapa
aparece otro... algo más que desaparece, y sin embargo, oculto, persiste.
Actores,
autores, músicos, artistas, poetas, profesores de la facu y el secundario,
curas, y tipos comunes que no sabés por qué, los amenazan, los matan, se
exilian.
Desaparecen
(¡otra vez esa mala palabra!) libros, películas, conciertos de rock, de jazz,
peñas.
Se usa la lógica
inversa: atentado contra Pirulo, Pirulo está de ese lado, entonces lo hicieron
los de ese lado para beneficiar a ese lado porque beneficia al otro lado.
Zutano está del otro lado, lo bajaron de ese otro lado por lo mismo. Todo al
revés.
Muere Perón.
Dicen que ya hace una semana pero que no dijeron nada para evitar atentados.
Llueve casi toda
la semana.
Isabel asume
como presidenta. El “Campora al gobierno, Perón al poder” de hace ¿sólo uno o
dos años? parece que ahora fuera "Isabel al gobierno, Lopecito al poder"
Y la triple A.
Y el rodrigazo.
Cobrando por semana por futuros aumentos. No sabés cuanto ganás ni cuánto
ganarás ni si ganarás tu sueldo. No sabés cuánto vale el kilo de papas. si vas
a tomar café o malta, no hay leche, vuelve la cascarilla. Lopecito se va en
avión, y todos atentos a las valijas llenas de dólares (que ya se habían ido en
dos, tres, cinco cheques)
Todos tenían la
fecha del golpe. “Mañana” te dice uno, el vecino de la tía del primo del suegro
de la cuñada del yerno de la nuera de mi tocayo tiene un amigo que se lo dijo.
Otro, con una cadena de relaciones tan improbable como la anterior, rebate:
“¡¡¡NOOO!!!, dentro de cinco días”.
Todos esperamos
que los milicos traigan el orden.
24 de marzo de
1976, en casa, de licencia en la colimba, y la casi orden de un sargento mayor:
no salgan, quédense en sus casas, va a ser duro; yo los voy a llamar
personalmente cuando tengan que volver.
Y mucha gente
aliviada, demasiada gente aliviada, “vuelve el orden” te decían por todos
lados, el orden que sería Orden, Nuevo Orden, y asusta un poquito a pesar de
que uno también cree que volverá cierto orden.
Un coche, no
recuerdo qué marca, encerrado en la esquina de Gallo y San Luis por otros tres,
tampoco recuerdo la marca, y unos tipos, ¿dos, tres? bajando con las manos en
alto mientras unos cuantos demasiados los apuntan. “Por algo será”.
No sé cuál de
mis viejos lo dijo. A lo mejor incluso, hasta puede ser que yo lo haya dicho.
Y empieza, cada
día, a sonar esa frase ante cada conocido o próximo que deja de estar. “Por
algo habrá sido”, muchos de los que usaban esa frase años después la cambiaron
por “yo no sabía nada”.
Dos o tres años
así, en una nube, “por algo habrá sido”, “yo no sabía nada”... pero de a poco
se empezaba, ¿empezábamos, yo empezaba? a no poder decir “por algo habrá sido”,
cada vez ese "qué habrá sido" era menos explicable e inentendible.
Y las sirenas,
todas las noches sirenas, algunas de ambulancias, otras no. Pero, a veces,
asusta más cuando no suenan las sirenas.
Cada vez eran
más importantes otras cosas, la fiebre de la bolsa, veías al mediodía a tus
compañeros de trabajo que salían corriendo a ver a su corredor de bolsa para
cambiar, comprar o vender sus acciones, 10% de ganancias un día, al otro 15,
venderlas para ir a Miami o Europa, y ¿a quién le importaba que se fueran
cerrando las fábricas y talleres que proveían para las licitaciones, si se
importaba más barato, qué importaba que los paraguas, las remeras, medias,
camisas, lps de Pablo Live y Blue Note, vinieran de afuera?
Que en Just a
Night faltara una pista, Cocaine, que escuchabas en la casa de algún amigo; que
en “Sticky Fingers” Sister Morphine estuviera en blanco, que había libros que
no conseguías, que arrasaran con topadoras a los villeros, que te susurraran
“hay campos de concentración” y que susurraras “hay campos de concentración” y
siempre alguno de los que insistían con “por algo habrá sido” te decía “no lo
digas, no querés que te pase lo mismo”.
Viajando en tren
a Haedo, estudiando para un parcial de Análisis II, gran error, sacar de la
biblioteca de la facu el Piskunov, de Editorial Mir, ruso en libro ruso, paran
el tren entre Liniers y Ramos Mejía, sube un grupo de colimbas, suboficiales y
oficiales, piden documentos y escrutan las caras, los pibes (¿pibes? sólo tres
o cuatro años menos que uno) con cara de susto, el resto soberbios y mandones.
Un cabo revisa
lo que estoy leyendo y escribiendo “claves secretas, mensajes extraños, libro
subversivo ¡acompáñeme!” y uno, al borde de la diarrea incontinente (digamos
que el coraje y la valentía no es mi fuerte) tartamudeando excusas y que es de
estudio, recordando a un conocido al que no vimos más que estudiaba economía
por andar con un libro de Marx que tenía que estudiar. Por suerte, un teniente
que comentó era de artillería, identificó los jeroglíficos y símbolos
cabalísticos, mira mal al cabo y dice “no sea bruto, cabo, déjelo en paz”. No
me cagué encima.
Estadio de River,
siguiendo cables del sistema de comunicación. Comentario tonto: “¿por qué en
vez de hacer esto no se compran tomógrafos para los hospitales?” y el
supervisor que siguiendo la convención, susurra, siempre se susurra con estos
temas “no digas eso, ¿no querés que tu hijo tenga papá cuando nazca?”
El fantasma de
Chile y Samoré, que me movilizan o no, tengo edad pero un hijo.
En esos
entrecruces entre operarios, técnicos, supervisores alguno me pasa un papelito,
chiquito: derechos humanos (¿lo qué?), habeas corpus (¿lo qué?) dice Alfonsín
(¡ah! ese que se enfrenta a Balbín)
Lo busco al que
me dio el papelito, un casi arquitecto, un tanto paquete, casi cheto en la
jerga de la época, le digo ¿qué, cómo, quién?. “Shhh!, después” es la respuesta.
Y empieza una
cadena de folletitos, notas, gente.
Y uno diciéndose
¡Ah! era esto, y aquello, y claro y cierto y es así y basta y cómo basta y
cuándo y cómo y dale vamos.
Imprudente, el
vamos es voy.
Y voy.
Y un tiempo
después, me quedo sin trabajo. ¿Por algo habrá sido?
Un mes, un mes y
medio después, muere Balbín. Voy al funeral, ahí en la Iglesia de Bartolomé Mitre
y Paraná. No llego al atrio.
Sale el cortejo,
por Mitre. En 9 de Julio y Mitre hay un edificio nuevo, dicen que es de los
servicios. Puteamos y puteamos mientras el cortejo dobla por 9 de Julio para
Constitución, lo van ¿vamos? a acompañar caminando hasta La Plata, donde lo
enterrarán.
Abandono en
Barracas.
Trabajo de
changas y temporario. Sobrevivo con la plata dulce de la indemnización puesta
en plazos fijos. Estoy igual que los que, en el inicio del “deme dos” (que es
anterior a cavayo y neMen, aunque les quedó a ellos la identificación),
buscando dónde colocar el plazo fijo. Cuando lo hago bien, saco de interés en
una semana lo que gasto en dos meses.
Pero sigo con
changas y trabajos temporarios, sigo rindiendo exámenes, y peleándome con mi
mujer porque estoy o no estoy en casa o porque porque...
Y uno se va
vinculando con la gente de la UCR, y distribuye papelitos y susurra como a uno
le susurraron y va de acá para allá.
Hay un paro
general. Nos encontramos, sin demasiadas pautas de identificación, a dos
cuadras del Comité Capital. Sin banderas. Es difícil si nos decimos radicales,
juntarnos con la CGT, algún negocio están buscando y nos van a usar, pero...
¡vamos! algo hay que hacer. Basta de milicos.
El radicalismo
es la Causa de los Desposeídos, y nuestro programa es la Constitución, y
estamos aprendiendo de nuevo el Preámbulo, e incluso hasta la estudiamos
entera, y el 14bis, lo único que le dejaron filtrar a Crisólogo nos obliga a
estar ahí.
Bajamos por
Corrientes. En Corrientes y Uruguay empiezan los gases, o más bien, empezaron
en el Obelisco, y llegan hasta ahí. La Martín Fierro (esa en donde atrás de una
pared de cartón o algo así, tienen las mesas con "esas cosas":
Manifiesto Comunista, Marx, Mao, Trotsky, Althusser, Sartre, Lebensohn, Ortiz Pereyra,
Frondizi, y otros malos, está cerrada.
En el bar de la
esquina, ¿El Foro se llamaba? que ahora es una casa de ropa de mujeres, los
tipos de adentro bloquean las puertas para que "esos" que somos los
que estamos afuera no entremos. Y claro, se cruza con la contemporánea imagen
de hace unos meses del gallego ese que no deja entrar a la Guardia Civil en un
bar de Madrid. Y algún recuerdo del futuro, los de "por algo habrá
sido", que después sería "yo no sabía", que más después te
negarán dejar la puerta abierta de la terraza en una semana santa y sin embargo
te dirán "vos bancaste la obediencia debida" y que votaron en la
segunda a neMen y ahora tocan cacerolas, esos... cerraban las puertas mientras
dicen, ahora, "recuperamos la democracia".
Y viene Malvinas,
y la tragedia de Malvinas, y el furor de Malvinas, y la exaltación de Malvinas.
Y la frustración
criminal de Malvinas.
En la facu
salimos a juntar cosas para mandarle a los pibes que están allá. Vamos a cargar
un camión, vienen los tipos de seguridad, nos cagan a palos.
Entro a trabajar
en una fábrica y ¡parece mentira! me acercan al delegado que después me
entrega. Logramos armar la Franja Morada en la facu, ¡¡¡Franja Morada en la
UTN!!! y claro, los pibes de la JP y del PC que no nos dan bola, ¿qué hacen
estos burguesitos en la Universidad Obrera?
Pero empieza una
sincronía extraña. Lo que hoy digo en la fábrica o en el curso, mañana, pasado,
la semana que viene lo dice en algún comité Alfonsín. Nos miramos y decimos
¡Fah!
Y cada vez más
rápido. Hoy decimos algo, hoy planteamos algo, pateamos alguna puerta,
desafiamos a un profesor, a un capataz, a un servicio y mañana o pasado, o la
semana que viene, Alfonsín expresa mejor y más fuerte lo que planteamos,
pateamos, desafiamos.
Y se nos suma
gente. Y se nos suma gente.
Luder que acepta
la ley de autoamnistía de los milicos ante los innegables crímenes de eso que
dicen fue "guerra sucia", el Loro Miguel que se reúne con la Junta (y
"casualmente" se dan una serie de cambios en SOMISA, y se empiezan a
normalizar los sindicatos), Ubaldini sigue en San Cayetano con la consigna de
Solidaridad "paz, pan trabajo".
Alfonsín
denuncia un pacto sindical militar del que nunca aparecen pruebas materiales,
pero, viviendo lo que vivimos, hay demasiadas pruebas materiales...
En el comité del
barrio, allá lejos, barrio obrero peronista, montones de gente, y con algunas
unidades básicas nos hacemos amigos, otras serán enemigas.
Falta unas
semanas para las elecciones.
Unos gordos
grandes vienen y nos dicen a nosotros y a los amigos básicos "pibes, todo
bien, pero vayan pensando en cerrar y mudarse, tienen tiempo, unos meses, pero
vayan cerrando y mudándose"
No sabemos muy
bien cómo, ganamos las elecciones del Centro de Estudiantes. Voy séptimo en la
lista, tampoco sé muy bien cómo, quedo como Secretario General casi a cargo de
la Presidencia, ya que hay que normalizar la federación tecnológica y la FUA.
En la Facu, hace
el cierre de campaña Taccone como candidato a Senador por el PJ y Ruckauf como
suplente.
Otros gordos se
nos acercan, faltan cinco días para las elecciones nacionales.
Son distintos,
pero el mismo tipo de gordos. Y dicen algo parecido a los primeros gordos, pero
más perentorios "pibes, el lunes dejan de estudiar, ¿nos entienden? Ya saben,
dejan de estudiar, no queremos verlos más por acá"
Por lo menos no
discriminan, nos paran a nosotros, a los del PC, a los chinos y troskos,
incluso a varios de la JP.
Por suerte
tenemos dos días y nos recorremos todos los cursos contando ¿denunciando? el
apriete. Como ya empezó la veda electoral, no hay que salir a pintar ni
volantear ni tocar timbre ni nada.
Y otro fantasma,
casi cíclico. Para el mundial estaba por nacer mi primer hijo. Cuando Argentina
ganó, faltaba poco más de un mes para que naciera Santi. Y ahora, faltaba poco
más de un mes para que naciera Paula. Pero ahora el fantasma estaba más cerca y
era visible, ¿dónde vivir, volvería la triple Z o alfa, qué nos pasaría?
El domingo vamos
a votar. Mi papá votaba en la misma mesa que yo, pero estaba como fiscal
general en otro lugar (otra disgresión, cuando me acerco al radicalismo,
todavía dominaba eso de que la política es sucia y mala, grandes discusiones en
casa, quizás el único lugar seguro para hablar en voz alta; pero un año, un año
y medio después, el viejo se suma a los equipos técnicos de difusión con
Pasalacqua, que le presenté a través de Álvarez Guerrero, ¡¡ja!!, y la vieja se
integra al equipo de educación) así que entro al cuarto oscuro con Santi de la
mano.
Mi primera vez
votando legal (las de centro fueron casi clandestinas) y con mi hijo de la mano
y mi mujer con mi hija en la panza votando también por primera vez.
No existen los
celulares, ni las boca de urna ni nada. Sólo esperar a que empiecen a abrir las
urnas (me picaban los dedos, por esas cosas de militancia éramos unos cuantos
los que teníamos que quedarnos afuera de los recuentos, bien dormidos, si
podíamos dormir, para el otro día, a empezar a dar la lucha de nuevo desde
temprano)
Así que, con la
calculadora y hojas de papel iba armando los porcentajes que íbamos sacando.
Asombro y asombro y más asombro: ganábamos en todos lados a pesar de que
sabíamos que perderíamos en todos lados. Dicen que fue el cajón de Herminio, no
sé, no creo.
No sólo le
estamos ganando al PJ, ¿quién le gana al PJ? sino que le ganábamos a esa
extraña alianza con los milicos y le ganábamos a los gordos, y le ganábamos a
la patria financiera y a la patria contratista y todavía no lo sabíamos,
parecía que nomás, los dinosaurios iban a desaparecer.
31 de octubre,
dos de la madrugada, Santa Fe y Pueyrredón, frente a la unidad básica del socio
de Loro Miguel con los remolcadores y control de aduana, saltando y llorando
¡¡¡GANAMOS GANAMOS!!!
GANAMOS LA
DEMOCRACIA DE LA MANO DE ALFONSÍN. Vivimos y respiramos y ganamos.
Hoy, hace 29 años.
1 Comments:
Para todos los que hemos vivido en tiempos donde no había democracia, creo que debemos cuidarla y celebrarla todos los días para que no nos la vuelvan a sacar. He visto también, a través de mis viajes, distintos países donde no tienen o no tuvieron la posibilidad de poder votar. En mis constantes viajes suelo tratar de conseguir Vuelos, hoteles, paquetes y mucho más con el mejor precio garantizado
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