29 noviembre 2012

Memoria: 29 años de democracia



Bueno, esto salió en un intercambio de mails con amigos, el 29 de octubre de 2012; rememorando estos ¡ya veintinueve! años de democracia continua, con avances, retrocesos, dolores, tragedias y también, alegría.
Me dijeron que lo publicara, me sigue dando vergüencita, pero, qué sé yo, hoy, a un mes de escribirlo, y hoy cumpliendo un año más, sigo con la vergüenza, pero… tal vez habrá que superarla… (lo que hace la historia, ¿no?)
Y, como dijeron en el Manifiesto Liminar: “los dolores que quedan son las libertades que faltan”, pero en democracia, y a pesar de nosotros mismos, sí, hay nuevos dolores (y otros persisten), pero hay también nuevas libertades… Y esas nuevas libertades abrirán nuevas libertades… aunque uno no sepa disfrutarlas por los viejos dolores.

Vida siempre, trastocando mi ser, dice Spinetta.
Y con Spinetta, están Charly, y León, y tantísimos más, sonando en la vida.

Yo... qué sé yo... "la lucha continúa"... una raza de dinosaurios desapareció, quedan otras, mutantes tal vez en las formas, quizás zombies, dinosaurios zombies y hematófagos.
Las sirenas ya no asustan, no es imprescindible sentarse en los bares viendo las puertas, no hablás bajito en los baños de bar, trabajo, facultad.
No te fijás en qué libros tenés en la biblioteca o llevás en el bolso.
No escondés papelitos que te pasaron disimuladamente para que copiaras y pasaras también disimuladamente.
Los azules ya no asustan ni miran fijo y duro (a menos que tengas cara de negro).

De esas casualidades cósmicamente cómicas, da la maldita puta mala leche que justojusto tengo que leer el texto de Luís Romero, el hijo del historiador que fue el primer rector de la UBA que recuperó la Reforma allá en 1955 y que quisieron aniquilar, como aniquilaron otras cosas, con la noche de los bastones largos; en esa época, en donde La Historia se hace un poco menos distante, cruza mi vida, de ese período, el principio del fin, el fin del principio (ni hablar de eso tan terrible de que lo que uno vivió ya sea Historia en un texto).

25 de mayo, 1973, Plaza de los Congresos, “el Sol del 25 viene asomando”, hubo elecciones, no pude votar porque no entré en el padrón... mi primer voto que no fue, pero estoy ahí en la Plaza, un montón de gente, mucha gente, viene caminando por Entre Ríos una columna con banderas rojas y los tipos enmascarados, llegan a la Plaza, se sacan las máscaras y más que cantar gritan esa parte del himno “libertad, libertad, libertad!.
¡Ja! desde los once años había estado bajo dictadura, de golpe, eso que no sabía se podía vivir “democracia”.
No sabíamos bien dónde, pero decían que por ahí andaban Torrado, que no sabíamos muy bien quién era, salvo que tenía que ver con Fidel, y Allende.
Los diarios en sus editoriales insistían en las contradicciones fundamentales, la liberación estaba ahí, a la vuelta de la esquina. Estaba lleno de hombres nuevos, la hora de las armas y la violencia de arriba ya no iba más. La tortilla se volvía (igual, de paso, guarda, no vayas a decir que ni ricos ni pobres debían comer mierda, parecía justo que ahora le tocara a los ricos comer la mierda que le tiraron durante tanto tiempo a los pobres, pero tenía un olorcito a venganza que no parecía muy justo).
Duró poco.
Ni hablar de Ezeiza. Ahí vino el quiebre. Se definieron los siguientes diez años de sangre.
Campora renuncia, las mil corbatas de Lastiri, López Rega es el brujo, ascendido de cabo a Oficial Mayor o algo por el estilo, el máximo capo de la Policía Federal (“la cagada nacional”).
El León Herbívoro trae la paz, y la Argentina Potencia.

Un primero de mayo, en la Plaza, atrás de unos vidrios, Perón reta a los imberbes.
Los imberbes se van, queda media plaza vacía.
Invisible cantaba “El rey urga en sus muelas/antes de armar/y sus vasallos vomitan/tanta traición/hasta que lentamente/uno de ellos se acerca/y le clava una daga por la espalda/Y en el jardín está/la azafata del tren fantasma/la puedo ver reír/a la azafata del tren fantasma”

Ivanisevich: En la Universidad apagan todas las luces. No podíamos saber que esas luces se estaban apagando en todos lados.
Documentos para entrar y salir, tipos gordos y grandes por los pasillos. Los carteles que colgaban del techo, larguísimos, que casi nadie leía, desaparecen (palabra que todavía no quería decir lo que después quiso decir pero por algún lado profetizaba un destino de ideas y personas) Si lo viviera hoy, diría “el futuro ya no es lo que deseábamos que fuera”.
Los diarios dejan de escribir y reflexionar sobre las contradicciones, ahora son las disyuntivas de hierro. Y de nuevo, debemos ser occidentales y cristianos.
Sale el lp de PorSuiGieco, en algunos que nadie sabe muy bien cuáles son, quedó un tema, prohibido, “El fantasma de Canterville”, aunque en el sello y en la tapa aparece otro... algo más que desaparece, y sin embargo, oculto, persiste.
Actores, autores, músicos, artistas, poetas, profesores de la facu y el secundario, curas, y tipos comunes que no sabés por qué, los amenazan, los matan, se exilian.
Desaparecen (¡otra vez esa mala palabra!) libros, películas, conciertos de rock, de jazz, peñas.
Se usa la lógica inversa: atentado contra Pirulo, Pirulo está de ese lado, entonces lo hicieron los de ese lado para beneficiar a ese lado porque beneficia al otro lado. Zutano está del otro lado, lo bajaron de ese otro lado por lo mismo. Todo al revés.
Muere Perón. Dicen que ya hace una semana pero que no dijeron nada para evitar atentados.
Llueve casi toda la semana.
Isabel asume como presidenta. El “Campora al gobierno, Perón al poder” de hace ¿sólo uno o dos años? parece que ahora fuera "Isabel al gobierno, Lopecito al poder"
Y la triple A.
Y el rodrigazo. Cobrando por semana por futuros aumentos. No sabés cuanto ganás ni cuánto ganarás ni si ganarás tu sueldo. No sabés cuánto vale el kilo de papas. si vas a tomar café o malta, no hay leche, vuelve la cascarilla. Lopecito se va en avión, y todos atentos a las valijas llenas de dólares (que ya se habían ido en dos, tres, cinco cheques)
Todos tenían la fecha del golpe. “Mañana” te dice uno, el vecino de la tía del primo del suegro de la cuñada del yerno de la nuera de mi tocayo tiene un amigo que se lo dijo. Otro, con una cadena de relaciones tan improbable como la anterior, rebate: “¡¡¡NOOO!!!, dentro de cinco días”.
Todos esperamos que los milicos traigan el orden.

24 de marzo de 1976, en casa, de licencia en la colimba, y la casi orden de un sargento mayor: no salgan, quédense en sus casas, va a ser duro; yo los voy a llamar personalmente cuando tengan que volver.
Y mucha gente aliviada, demasiada gente aliviada, “vuelve el orden” te decían por todos lados, el orden que sería Orden, Nuevo Orden, y asusta un poquito a pesar de que uno también cree que volverá cierto orden.
Un coche, no recuerdo qué marca, encerrado en la esquina de Gallo y San Luis por otros tres, tampoco recuerdo la marca, y unos tipos, ¿dos, tres? bajando con las manos en alto mientras unos cuantos demasiados los apuntan. “Por algo será”.
No sé cuál de mis viejos lo dijo. A lo mejor incluso, hasta puede ser que yo lo haya dicho.
Y empieza, cada día, a sonar esa frase ante cada conocido o próximo que deja de estar. “Por algo habrá sido”, muchos de los que usaban esa frase años después la cambiaron por “yo no sabía nada”.
Dos o tres años así, en una nube, “por algo habrá sido”, “yo no sabía nada”... pero de a poco se empezaba, ¿empezábamos, yo empezaba? a no poder decir “por algo habrá sido”, cada vez ese "qué habrá sido" era menos explicable e inentendible.
Y las sirenas, todas las noches sirenas, algunas de ambulancias, otras no. Pero, a veces, asusta más cuando no suenan las sirenas.
Cada vez eran más importantes otras cosas, la fiebre de la bolsa, veías al mediodía a tus compañeros de trabajo que salían corriendo a ver a su corredor de bolsa para cambiar, comprar o vender sus acciones, 10% de ganancias un día, al otro 15, venderlas para ir a Miami o Europa, y ¿a quién le importaba que se fueran cerrando las fábricas y talleres que proveían para las licitaciones, si se importaba más barato, qué importaba que los paraguas, las remeras, medias, camisas, lps de Pablo Live y Blue Note, vinieran de afuera?
Que en Just a Night faltara una pista, Cocaine, que escuchabas en la casa de algún amigo; que en “Sticky Fingers” Sister Morphine estuviera en blanco, que había libros que no conseguías, que arrasaran con topadoras a los villeros, que te susurraran “hay campos de concentración” y que susurraras “hay campos de concentración” y siempre alguno de los que insistían con “por algo habrá sido” te decía “no lo digas, no querés que te pase lo mismo”.
Viajando en tren a Haedo, estudiando para un parcial de Análisis II, gran error, sacar de la biblioteca de la facu el Piskunov, de Editorial Mir, ruso en libro ruso, paran el tren entre Liniers y Ramos Mejía, sube un grupo de colimbas, suboficiales y oficiales, piden documentos y escrutan las caras, los pibes (¿pibes? sólo tres o cuatro años menos que uno) con cara de susto, el resto soberbios y mandones.
Un cabo revisa lo que estoy leyendo y escribiendo “claves secretas, mensajes extraños, libro subversivo ¡acompáñeme!” y uno, al borde de la diarrea incontinente (digamos que el coraje y la valentía no es mi fuerte) tartamudeando excusas y que es de estudio, recordando a un conocido al que no vimos más que estudiaba economía por andar con un libro de Marx que tenía que estudiar. Por suerte, un teniente que comentó era de artillería, identificó los jeroglíficos y símbolos cabalísticos, mira mal al cabo y dice “no sea bruto, cabo, déjelo en paz”. No me cagué encima.

Estadio de River, siguiendo cables del sistema de comunicación. Comentario tonto: “¿por qué en vez de hacer esto no se compran tomógrafos para los hospitales?” y el supervisor que siguiendo la convención, susurra, siempre se susurra con estos temas “no digas eso, ¿no querés que tu hijo tenga papá cuando nazca?”
El fantasma de Chile y Samoré, que me movilizan o no, tengo edad pero un hijo.
En esos entrecruces entre operarios, técnicos, supervisores alguno me pasa un papelito, chiquito: derechos humanos (¿lo qué?), habeas corpus (¿lo qué?) dice Alfonsín (¡ah! ese que se enfrenta a Balbín)
Lo busco al que me dio el papelito, un casi arquitecto, un tanto paquete, casi cheto en la jerga de la época, le digo ¿qué, cómo, quién?. “Shhh!, después” es la respuesta.
Y empieza una cadena de folletitos, notas, gente.
Y uno diciéndose ¡Ah! era esto, y aquello, y claro y cierto y es así y basta y cómo basta y cuándo y cómo y dale vamos.
Imprudente, el vamos es voy.
Y voy.
Y un tiempo después, me quedo sin trabajo. ¿Por algo habrá sido?
Un mes, un mes y medio después, muere Balbín. Voy al funeral, ahí en la Iglesia de Bartolomé Mitre y Paraná. No llego al atrio.
Sale el cortejo, por Mitre. En 9 de Julio y Mitre hay un edificio nuevo, dicen que es de los servicios. Puteamos y puteamos mientras el cortejo dobla por 9 de Julio para Constitución, lo van ¿vamos? a acompañar caminando hasta La Plata, donde lo enterrarán.
Abandono en Barracas.

Trabajo de changas y temporario. Sobrevivo con la plata dulce de la indemnización puesta en plazos fijos. Estoy igual que los que, en el inicio del “deme dos” (que es anterior a cavayo y neMen, aunque les quedó a ellos la identificación), buscando dónde colocar el plazo fijo. Cuando lo hago bien, saco de interés en una semana lo que gasto en dos meses.
Pero sigo con changas y trabajos temporarios, sigo rindiendo exámenes, y peleándome con mi mujer porque estoy o no estoy en casa o porque porque...
Y uno se va vinculando con la gente de la UCR, y distribuye papelitos y susurra como a uno le susurraron y va de acá para allá.
Hay un paro general. Nos encontramos, sin demasiadas pautas de identificación, a dos cuadras del Comité Capital. Sin banderas. Es difícil si nos decimos radicales, juntarnos con la CGT, algún negocio están buscando y nos van a usar, pero... ¡vamos! algo hay que hacer. Basta de milicos.
El radicalismo es la Causa de los Desposeídos, y nuestro programa es la Constitución, y estamos aprendiendo de nuevo el Preámbulo, e incluso hasta la estudiamos entera, y el 14bis, lo único que le dejaron filtrar a Crisólogo nos obliga a estar ahí.
Bajamos por Corrientes. En Corrientes y Uruguay empiezan los gases, o más bien, empezaron en el Obelisco, y llegan hasta ahí. La Martín Fierro (esa en donde atrás de una pared de cartón o algo así, tienen las mesas con "esas cosas": Manifiesto Comunista, Marx, Mao, Trotsky, Althusser, Sartre, Lebensohn, Ortiz Pereyra, Frondizi, y otros malos, está cerrada.
En el bar de la esquina, ¿El Foro se llamaba? que ahora es una casa de ropa de mujeres, los tipos de adentro bloquean las puertas para que "esos" que somos los que estamos afuera no entremos. Y claro, se cruza con la contemporánea imagen de hace unos meses del gallego ese que no deja entrar a la Guardia Civil en un bar de Madrid. Y algún recuerdo del futuro, los de "por algo habrá sido", que después sería "yo no sabía", que más después te negarán dejar la puerta abierta de la terraza en una semana santa y sin embargo te dirán "vos bancaste la obediencia debida" y que votaron en la segunda a neMen y ahora tocan cacerolas, esos... cerraban las puertas mientras dicen, ahora, "recuperamos la democracia".
Y viene Malvinas, y la tragedia de Malvinas, y el furor de Malvinas, y la exaltación de Malvinas.
Y la frustración criminal de Malvinas.
En la facu salimos a juntar cosas para mandarle a los pibes que están allá. Vamos a cargar un camión, vienen los tipos de seguridad, nos cagan a palos.
Entro a trabajar en una fábrica y ¡parece mentira! me acercan al delegado que después me entrega. Logramos armar la Franja Morada en la facu, ¡¡¡Franja Morada en la UTN!!! y claro, los pibes de la JP y del PC que no nos dan bola, ¿qué hacen estos burguesitos en la Universidad Obrera?
Pero empieza una sincronía extraña. Lo que hoy digo en la fábrica o en el curso, mañana, pasado, la semana que viene lo dice en algún comité Alfonsín. Nos miramos y decimos ¡Fah!
Y cada vez más rápido. Hoy decimos algo, hoy planteamos algo, pateamos alguna puerta, desafiamos a un profesor, a un capataz, a un servicio y mañana o pasado, o la semana que viene, Alfonsín expresa mejor y más fuerte lo que planteamos, pateamos, desafiamos.
Y se nos suma gente. Y se nos suma gente.
Luder que acepta la ley de autoamnistía de los milicos ante los innegables crímenes de eso que dicen fue "guerra sucia", el Loro Miguel que se reúne con la Junta (y "casualmente" se dan una serie de cambios en SOMISA, y se empiezan a normalizar los sindicatos), Ubaldini sigue en San Cayetano con la consigna de Solidaridad "paz, pan trabajo".
Alfonsín denuncia un pacto sindical militar del que nunca aparecen pruebas materiales, pero, viviendo lo que vivimos, hay demasiadas pruebas materiales...
En el comité del barrio, allá lejos, barrio obrero peronista, montones de gente, y con algunas unidades básicas nos hacemos amigos, otras serán enemigas.
Falta unas semanas para las elecciones.
Unos gordos grandes vienen y nos dicen a nosotros y a los amigos básicos "pibes, todo bien, pero vayan pensando en cerrar y mudarse, tienen tiempo, unos meses, pero vayan cerrando y mudándose"
No sabemos muy bien cómo, ganamos las elecciones del Centro de Estudiantes. Voy séptimo en la lista, tampoco sé muy bien cómo, quedo como Secretario General casi a cargo de la Presidencia, ya que hay que normalizar la federación tecnológica y la FUA.
En la Facu, hace el cierre de campaña Taccone como candidato a Senador por el PJ y Ruckauf como suplente.
Otros gordos se nos acercan, faltan cinco días para las elecciones nacionales.
Son distintos, pero el mismo tipo de gordos. Y dicen algo parecido a los primeros gordos, pero más perentorios "pibes, el lunes dejan de estudiar, ¿nos entienden? Ya saben, dejan de estudiar, no queremos verlos más por acá"
Por lo menos no discriminan, nos paran a nosotros, a los del PC, a los chinos y troskos, incluso a varios de la JP.
Por suerte tenemos dos días y nos recorremos todos los cursos contando ¿denunciando? el apriete. Como ya empezó la veda electoral, no hay que salir a pintar ni volantear ni tocar timbre ni nada.
Y otro fantasma, casi cíclico. Para el mundial estaba por nacer mi primer hijo. Cuando Argentina ganó, faltaba poco más de un mes para que naciera Santi. Y ahora, faltaba poco más de un mes para que naciera Paula. Pero ahora el fantasma estaba más cerca y era visible, ¿dónde vivir, volvería la triple Z o alfa, qué nos pasaría?
El domingo vamos a votar. Mi papá votaba en la misma mesa que yo, pero estaba como fiscal general en otro lugar (otra disgresión, cuando me acerco al radicalismo, todavía dominaba eso de que la política es sucia y mala, grandes discusiones en casa, quizás el único lugar seguro para hablar en voz alta; pero un año, un año y medio después, el viejo se suma a los equipos técnicos de difusión con Pasalacqua, que le presenté a través de Álvarez Guerrero, ¡¡ja!!, y la vieja se integra al equipo de educación) así que entro al cuarto oscuro con Santi de la mano.
Mi primera vez votando legal (las de centro fueron casi clandestinas) y con mi hijo de la mano y mi mujer con mi hija en la panza votando también por primera vez.
No existen los celulares, ni las boca de urna ni nada. Sólo esperar a que empiecen a abrir las urnas (me picaban los dedos, por esas cosas de militancia éramos unos cuantos los que teníamos que quedarnos afuera de los recuentos, bien dormidos, si podíamos dormir, para el otro día, a empezar a dar la lucha de nuevo desde temprano)
Así que, con la calculadora y hojas de papel iba armando los porcentajes que íbamos sacando. Asombro y asombro y más asombro: ganábamos en todos lados a pesar de que sabíamos que perderíamos en todos lados. Dicen que fue el cajón de Herminio, no sé, no creo.
No sólo le estamos ganando al PJ, ¿quién le gana al PJ? sino que le ganábamos a esa extraña alianza con los milicos y le ganábamos a los gordos, y le ganábamos a la patria financiera y a la patria contratista y todavía no lo sabíamos, parecía que nomás, los dinosaurios iban a desaparecer.
31 de octubre, dos de la madrugada, Santa Fe y Pueyrredón, frente a la unidad básica del socio de Loro Miguel con los remolcadores y control de aduana, saltando y llorando ¡¡¡GANAMOS GANAMOS!!!
GANAMOS LA DEMOCRACIA DE LA MANO DE ALFONSÍN. Vivimos y respiramos y ganamos.

Hoy, hace 29 años.

28 abril 2011

Las entrevistas de Carper

Bueno, que de esas cositas... ya sé que tengo al blog recontra olvidado, casi en abandono.
Pero como uno también deambula por otros lados, que don Carper me hizo un ¿reportaje? (en realidad me dio la oportunidad para expresar mucho de lo que debería desarrollar)
Y la verdad que lo de Carper es brillante, cómo da los espacios para poder expandirse.
Así que doble, por un lado me hago mi propia publicidad, pero por el otro, espero que sirva para conocer lo que MC viene haciendo, no sólo en este espacio de entrevistas, sino además como ilustrador y escritor.
Y, ya que andamos, lean (si alguien lee esto) el resto de las entrevistas del MC.
El link:
Y espero que lo disfrute alguien.

18 abril 2010

Esbozos y pinceladas (II)

Entras a la habitación
con tu lápiz en la mano,
ves a alguien desnudo
y tú, tú dices, “¿quién es ese hombre?”
Intentas entenderlo
pero no lo consigues;
esto es precisamente lo que dirás
cuando llegues a casa.
Porque algo está ocurriendo aquí,
pero no sabes lo que es...
De nuevo el Bob, "la balada del hombre de lata", la versión de I'm not there

(eso de escribir los domingos tiene sus cosas, me releo el lunes y necesito aclarar: no estoy disculpando o minimizando como pobrecito corruptito a esos hijos de proxeneta, sólo señalo que no son los únicos corruptos, pero extrañamente son los únicos que nos muestran, ¿será parte de la práctica de señalar para un lado para ocultar el otro?, no sé...)

Los domingos, después de la lectura del diario, la verdad que mueven demasiado la neurona.
Uno de los temas que más abundan, junto con "la inseguridad" (de los que tienen autos, pero no de las tantas mujeres que reciben palizas a diario, o de los tantos tipos que viven bajo el peso de "en cualquier momento te dejo sin trabajo, si llego a ganar menos de lo que quiero ganar") es el de la corrupción.
Dele que dele todos con el tema de corrupción.
Que "este es corrupto", o que "aquel es corrupto", o que "todos son igualmente corruptos" y nos hace sentir bien, ya que nosotros sí que somos firmemente e insobornablemente incorruptibles.
Pero me ataca una duda:
¿O más bien no se deberá a somos tan poquita cosa como para ser sujetos de corrupción?
Interesante porque esto esconde otra cosa que, llamativamente nunca se enuncia: los corruptores.

Una definición
Y, ya que estamos nunca queda en claro qué es ser corrupto...
¿Nunca les llamó la atención, que sea una palabra tan fuerte de la que no conocemos definición?
El diccionario tendría que ayudar, la Real Academia dice: "1. f. Acción y efecto de corromper." y también: "4. f. Der. En las organizaciones, especialmente en las públicas, práctica consistente en la utilización de las funciones y medios de aquellas en provecho, económico o de otra índole, de sus gestores."
Da tela para cortar, ya que en la definición ya queda evidente que están los corruptos, los tipos que usan sus funciones y medios en provecho, económico o de otra índole, pero también están los que la provocan.
Y tanto desde las organizaciones, especialmente públicas, pero casualmente, no sé porqué, el especialmente queda presentado como únicamente.
Tenemos mucha prensa sobre los corruptos, sujetos de corrupción, pero poca y nada sobre los otros, los corruptores. Parecería que en este uso, los corruptos aparecieran por generación espontánea, ellos solitos se corrompen.
Recuerdo una nota del diario de hace muchos años, también en domingo, que le hacen un reportaje a un jefe de un cartel de narcotráfico.
Le preguntan que qué pasa si encuentran, en algún país donde introducen su "producto", un juez que no se deja corromper. El capo dice algo así como "le ofrecemos un millón de dólares, si no acepta, seguimos ofreciendo hasta el límite de nuestro presupuesto en sobornos. Si no acepta, lo amenazamos a él con matarlo, o mejor todavía, lo amenazamos con matar a algún familiar, la esposa o los hijos... y si igual no acepta, nos sale más barato matarlo."
Así que, el juez incorruptible que se niega a ser corrompido, ve que o bien acepta el soborno o que le vuelan la cabeza, o peor, toman a su familia como rehén, e igual le van a volar la cabeza.
Después, si aceptó en esas condiciones corromperse, en algún momento también queda entrampado por la sola posibilidad que se conozca su situación.
Cuando se conoce el caso, todos nosotros, incorruptibles por intrascendencia, clamamos por el fin de la corrupción, y nos convencemos, ¿o nos convencen? de que todos los jueces están bajo sospecha.
Pero del corruptor, nada, nadie dice nada, no existe, es una sombra, mejor aún, un fantasma que no existe.
Tan fantasma de nuestra indignación como cuando nos para un agente de tránsito por haber violado alguna norma de tránsito y antes que nada le decimos "¿no hay forma de arreglar esto?" con unos billetes como sugerencia. El corrupto es el agente, nosotros como corruptores no existimos (ojo, insisto: que también el agente nos puede inventar una falta y así, de primera dispararnos con "lo podemos arreglar").

El fantasma de Lord Ashton
Pero, además, no todas las formas de corrupción pasan por el dinero, otra cosa que nunca se dice, que, de nuevo llamativamente, no aparece en ningún lado.
Otro fantasma.
Está la conocida frase de Lord Ashton "el poder corrompe y el poder absoluto corrompe absolutamente".
Pero no hay menciones al corrompido por el ejercicio del poder, o del poder absoluto.
Sólo hay dinero que va al bolsillo del corrupto. Y ese dinero es nada más que para tirar manteca al techo.
Y nunca se dice nada, se hace fantasma, que para el corrupto por ejercicio de poder, el dinero es más poder, no es ni lujo ni despilfarro en tonterías para apabullar a nosotros, la gilada. Ese dinero es para lograr más poder. Cada tanto, como soportamos durante una década, nos aparece algún pavito que reafirma con su tontería, que sólo existen corruptos de dinero y figuración, no de poder.
Pero el corrupto de poder, y el corruptor por poder, no aparecen, no se mencionan, ¿tampoco existen o nada más no figuran?
Deben ser otro fantasma más.

La duda de la conspiración
¿Tendría que sospechar que los que insisten tanto con el tema de la corrupción, que señalan únicamente al ejemplar más vulnerable de la cadena de corrupción, el funcionario público, es porque son corruptores, son los que ejercen la presión sobre la víctima para que se corrompa, que corrompidos por su ejercicio del poder, sea este "público" o "privado", desean más poder, y aprovechan dinero, rehenes, amenazas, para incrementar tanto sus dineros como sus poderes?
Claro, suena una tontería esto de que el ejemplar más vulnerable en la cadena de corrupción es el funcionario público.
Pero él, ese funcionario, es quién, en algún momento, y en tanto no entremos en las elecciones eternas sin límites, (terrible forma de afianzar la corrupción del poder), tendrá que irse, no podrá seguir ejerciendo ese lugar de "beneficiario" de las corrupciones.
Pero, el corruptor privado y el corruptor de poder, incrementan los instrumentos de corrupción, se ocultan detrás del tan mentado "funcionario corrupto" al que usan y abusan como chivo emisario.
Y nadie, desde ningún lado, puede echarlos.
Son dueños de grandes propiedades que, por obra y gracia de que la propiedad es más sagrada que la vida, nadie reelige o no elige en ninguna elección.
...el poder absoluto...


Esbozos y pinceladas (I)

Los problemas complejos requieren respuestas complejas
Umberto Eco

Lo que no significa que uno enrede algo simple haciéndolo parecer complejo
Yo autocrítico

Suena, como corresponde:
Voy a regresar afuera
antes que la lluvia comience a caer,
caminaré hacia el abismo
del más profundo bosque negro,
donde la gente es mucha
y sus manos están vacías,
donde el veneno
contamina sus aguas,
donde el hogar en el valle
encuentra el desaliento de la sucia prisión,
y la cara del verdugo
está siempre bien escondida,
donde el hambre amenaza,
donde las almas están olvidadas,
donde el negro es el color,
y ninguno el número,
y lo contaré, lo diré, lo pensaré
y lo respiraré,
y lo reflejaré desde la montaña
para que todas las almas puedan verlo,
luego me mantendré sobre el océano
hasta que comience a hundirme,
pero sabré bien mi canción
antes de empezar a cantarla,
y es dura, es dura,
es dura, es muy dura,
es muy dura la lluvia que va a caer.
El Bob, y "una dura lluvia va a caer", en la Rolling Thunder Revue, de 1975

Hace unos cuantos (bastantes) días, ¿semanas, meses?, que estoy tratando de hacer la representación gráfica estática de esta cosa, el teserac.
Bueh, que no engancho el ángulo, que una línea tapa a otra, que intento en un sistema de dos dimensiones simular la forma de ver una figura de cuatro en un espacio de tres… Planilandia pasado de rosca.
En esos ir y venir, que encuentro esta animación en gif, que la verdad no tengo ganas de ponerme a reconstruir (el link: http://www.yalosabes.net/images/hipercubo.gif) que ayuda a verlo. Espero no estar violando ninguna regla de propiedad intelectual, sólo comento dónde alguien hizo una muy buena representación.
Ahora bien, como todo esto además de tantas cosas más, no es más que una metáfora o analogía sobre la cantidad de cuestiones que se vinculan cuando dialogamos, discutimos, debatimos, confrontamos.
A ver, por un lado que estamos condicionados a formas de presentación lineales y secuenciales. Y nos volvemos locos tratando de transmitir con esa manera "plana" cuestiones que en realidad son tri, tetra, n-dimensionales.
Este segundo dibujito da una aproximación: nos obligamos o estamos condicionados a suponer que sólo nos referimos y referenciamos como en el dibujito de abajo, que vamos de una idea C hasta una idea M en un plano, y en esta proyección se nos confunden las referencias, ya que C y B parecen coincidir, lo mismo que M y P, y sin embargo están en planos distintos.



Lo peor es que "eso" que nos vemos obligados a presentar con dos ejes, qué sé yo, ¿política en el eje de las x y ética en el de las y, por ejemplo? en realidad también tiene a ¿la filosofía? en el eje de las z, pero además esa representación bidimensional de una representación de la proyección tridimensional de un objeto de n dimensiones es una simplificación.
¿Cómo lograr, sin incrementar el grado de confusión que uno porta, presentar la compleja complejidad de los simultáneos ejes de referencia?
Como le hace decir Úrsula K. Le Guin a uno de sus mejores personajes en "la mano izquierda de la oscuridad": Nusud.
Pero, a pesar de mí mismo, intentaré hacerlo acá, cada muerte de obispo, cada vez que me supere la ansiedad, o me sea inevitable intentar ponerlo en palabras para poder comprenderlo.
No es fácil…

04 abril 2009

Los que soplan en el viento

La democracia no consiste sólo en la garantía de la libertad política: entraña a la vez la posibilidad para todos de poder alcanzar un mínimo de felicidad siquiera.
La respuesta, amigo mío, es soplar en el viento/La respuesta es soplar en el viento

Mezclando a Hipólito Yrigoyen y Bob Dylan.

Murió Alfonsín.
Un tipo que sopló en el viento.
Uno de esos tipos que me enseñó a soplar en el viento.
Uno ya sabía que estaba muy mal, que le quedaba poco tiempo, que había sido importante en la propia vida.
Como siempre, lo que no sabía es que seguía siendo importante en la vida de uno. Que no era en tiempo pasado, sino bien presente.
Y parece que sigue siendo importante en la vida de muchos. ¡Mirá vos!
Que iba a doler. Como me dolió Illia o Balbín, pero más…
Y se me mezcla con el viejo.
Cuando dicen "Padre de la Democracia", sí, es El Padre.
Como mi viejo (debería escribir "mi papá", pero es demasiado próximo, demasiado íntimo, así que para afuera son "mi viejo y mi vieja", siempre son "los viejos", aunque acá adentro sean "mi papá y mi mamá", con cierta cadencia de nene de diez años)
Estos días quedó claro que él es "Padre de la Democracia" (y sí, insisto, como mi viejo en realidad es "mi papá" y mi vieja es "mi mamá", pero que no se enteren).
Y al revés que el refrán, "madre hay una sola, padres hay muchos", en esto de la Democracia en Argentina, madres hay muchas, las de la Plaza, pero padre… y sí, el Gordito lo es.
Como me decía Vivi, haciendo referencia a Tótem y Tabú de Freud: "El Padre muerto se hace más fuerte que en vida".

¿Por cuantos caminos debe caminar un hombre/Antes de que lo llames "hombre"?
Como con mi viejo, ¡cuántas veces me enojé con él!
Y sin embargo, uno escuchaba y pensaba y le daba vueltas a lo que decía tres, cinco, diez veces.
E igual me enojaba. E igual, entendía, aunque no compartiera.
Como él (los dos) se enojaban con uno…
En una época en que la consigna era "Hay que saber morir por los ideales", sembraba "Hay que saber vivir con los ideales". Yo era chico, estaba en el secundario, pero a pesar de no entender del todo porqué o cómo, pero me parecía que tenía razón, a pesar de que no sabía demasiado quién era, en qué estaba.
Me tentaba uno, ¡era tan heroico!... pero el otro era tan verdadero…
Pero hablaba sobre algo que también, cada tanto, se le escapaba a mis abuelos: la causa de los desposeídos… ¿lo qué?
Era de los que hablaban tan claro de la exclusión, del dejar afuera, del marginar, a lo mejor sin decirlo con estas palabras tan actuales… soplaba en el viento.
Frente al San La Muerte, frente a tanto culto a la muerte, la sangre, la contabilidad de tus muertos contra mis muertos y ver quién aumenta el balance, hace mejor contabilidad de muertos a favor… "Somos la vida", no sólo Vida sino Nosotros, no vos contra mí, sino nosotros.

¿Cuantas veces deben volar las balas de cañón/Antes de ser prohibidas para siempre?
Un link (http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-122629-2009-04-04.html), y una frase olvidada completa, y en el link una explicación entre tantas.
Primero la frase "la casa está en orden y no hay sangre en la Argentina".
No me acordaba, no registré, olvide, no escuché "…y no hay sangre en la Argentina". Después de treinta mil desaparecidos, atentados, torturas, bombas, "…no hay sangre en Argentina".
Que no es poco.
Era una época que había empezado sólo unos poquitos, casi dos, años antes. Todos sabíamos que teníamos muy poco tiempo para hacer lo que entendíamos había que hacer. Futuro casi a plazo fijo: "y bueh, vendrá otro golpe de estado…"
Puede ser que tuviéramos todavía metido adentro cierta tentación por la muerte (¿no nos decíamos a veces, con mucha vergüenza y pudor "no desaparecimos… por algo habrá sido"? la vergüenza de que no tuvimos coraje para que nos desaparecieran… no sé, a veinticinco años sigo sin tener una respuesta)
Y zafamos o lo zafó el Alfonso… a un precio terrible que pagó, ¿no decía Viktor Frank a poco de salir del campo de concentración "la sobrevivencia se consigue a un precio moral"? aunque habría que agregar, "precio moral pero no ético".
No son lo mismo.

¿Cuantas veces puede un hombre volver su cabeza/Y fingir que simplemente no ve?
Y me lleva a algo que me parece no tenemos en claro, que se ha dicho pero no se nos ha hecho carne y vida: el terrible equilibrio entre la ética de los principios y la ética de la responsabilidad.
Cuando uno no tiene la responsabilidad es fácil clamar por los principios del otro.
En un país en donde somos todos habitantes, vecinos, espectadores y opinadores, y pocos muy pocos, ciudadanos, en donde los principios y las responsabilidades son de otros, y le exigimos a los demás lo que nosotros ni pensamos en hacer, don Raúl vivió la agonía de los principios y la responsabilidad.
Me acuerdo, a lo mejor la memoria falle, en esta era de internet no encontré datos de esa otra época, de esa Semana Santa, pero si no me engaña la memoria, en ese feriado largo se había estrenado una película de Stallone.
Mientras mucha, muchísima gente estaba en las plazas, más gente fue al cine a ver esa película. Tal vez muchos de los que fueron a ver esa película y ni pasaron por una plaza (perdonen lo deshilvanado, me acuerdo de ese diciembre del 2001, los gases contra la gente en la Plaza, idas y vueltas… y en la esquina de Florida y Diagonal toda toda toda la gente mirando a estos locos llenos de humo y tosiendo, que tal vez lo único que queríamos es que la Plaza de Mayo fuera de nuevo de la gente, de los habitantes y ciudadanos, y no de las fuerzas de andá a saber qué orden, extrañados y con cara de asco. Tal vez muchos de esos espectadores, habitantes y opinantes que salieron después con el "que se vayan todos". Tal vez los mismos que unos meses atrás salieron a aplaudir a Cavallo porque seguía el crimen del uno al uno y podían seguir pidiendo "deme dos" y que con el corralito fueron con sus cacerolas a la puerta de la casa a insultarlo), pero se rasgan las vestiduras, y en algún momento, bajito, te dicen "yo no hice nada", exculpándose; sí, cuántas veces nos portamos bien, nos quedamos quietitos donde nos dicen, "no hicimos nada", y pecamos por omisión. En la hora de hacer algo, no hicimos nada…
Y Alfonsín hizo, bien, mal, acertado, a la altura de él o no. Pero no se quedó quietito, esperando… haciendo nada.
Su herencia como Padre de la Democracia también está ahí: en hacer desde los principios, a riesgo de error, a pesar de equivocarse, hacer desde la responsabilidad.
Ser ciudadano.
Porque el ciudadano es político. A pesar de que tantos niegan que el no hacer nada también es político.

¿Cuantos años puede algún pueblo existir/Antes de que se le permita ser libre?
Allá por 1912 o 1915, Ortiz Pereyra, que años después sería Procurador de la Nación durante el gobierno de Yrigoyen, que años después armaría FORJA, decía "nos falta la Tercera Independencia. Como Nación hemos conquistado la primera independencia, en mayo de 1810, la política. En 1816, la legal con la Declaración de la Independencia en Tucumán. Nos falta la Independencia Económica y Social. Hemos tardado más de cien años y todavía no lo hemos logrado. Esa es nuestra obligación, conquistar la tercera Independencia"
A casi otros cien años todavía no lo logramos.
Quizás el problema está en que esperamos que se nos permita ser libres, en vez de serlo.
Pero, claro, mientras sigamos siendo habitantes y no ciudadanos… nadie nos lo va a regalar.
Alfonsín intentó hacernos ciudadanos. Seguro que se equivocó en cómo hacerlo.
Compramos como si fuera regalado que "con la democracia se cura, se come y se educa"
Pero no compramos que tenemos que hacer que se coma, se eduque, se cure… que los principios si quedan en las palabras y sin acciones son irresponsablemente desperdiciados.
Ni tampoco quisimos pagar el precio de equivocarnos en el hacer.
Y la deuda que seguimos teniendo con él, y con nuestros compatriotas, y con todos los próceres, cada uno hará su lista de próceres, es el hacer, que los principios se realicen.
Y siempre están los viceversa.
Escuchaba a Cafiero diciendo que discutían con Alfonsín, para éste, "no hay justicia social sin libertad", para aquél, "no hay libertad sin justicia social".

La respuesta, amigo mío, es soplar en el viento/La respuesta es soplar en el viento
Y mucho más. Ahora no me duele tanto.
Pero también cositas que son una suerte de deformación.
Eso de que con la muerte de Alfonsín vuelve el radicalismo.
Y la pregunta es ¿qué radicalismo? ¿el de "que se pierdan mil elecciones pero no los principios"? ¿el de "que se quiebre pero que no se doble"? ¿el de "la causa de los desposeídos"?
Y, como el Raúl decía durante tanto tiempo "no hay que seguir a hombres, hay que seguir ideas".
Las ideas, los principios están. Las convicciones están.
Y en vez de pensar en las elecciones del 28 de junio, o más bien: en vez de pensar nada más que en las elecciones, también pensar en cómo hacer esas ideas, esos principios, el compromiso en la construcción de más democracia.
Y eso tan olvidado y que de tantos lados nos ocultan: en democracia no hay dirigentes, hay representantes.
"Nos los representantes del pueblo de la Nación Argentina…" no dice "dirigentes", dice "representantes".
¿Alfonsín representaba, era el portavoz o dirigía?
¡Je!, hubo una época en donde uno se subía a un banquito a hablar a la gente. Y días después, él decía lo mismo. Nos escuchábamos, no existía el "siraulismo". Sabíamos que se establecía un acuerdo inflexible: hacía y decía mejor lo que uno, muchos creíamos.
Era portavoz, representante…
Y ya que andamos, sí al diálogo, al escuchar al adversario y al rival. Y confrontar duramente con el enemigo. Incluso a costa de que el enemigo nos quisiera aniquilar, destruir, anular, borrar… desaparecer.
Porque también, no caer en la pavada de "ay, qué buenito, nunca ni un sí ni un no".
Sería traicionarlo.
Y para que realmente Alfonsín nos sirva de ejemplo, que tenemos que tener presente todo.
El juicio a la Juntas y la CONADEP, el "Felices Pascuas. La casa está en orden (y no me tengo que olvidar: no hay sangre en Argentina)"; la Ley de Obediencia Debida y de Punto Final (pero no ocultar que muy pocos estuvimos en la Plaza en contra de los indultos de neMen), el Pacto de Olivos, y todo lo que estaba en juego; "vos no estás tan mal gordito", los abucheos en la Rural, los trece paros, el plan austral a mitad de camino,… Los principios y responsabilidades.
Compromiso, ¿vió?
...y me queda tanto en el teclado...

15 junio 2008

Los domingos

..."y es una alianza ética. Ética para el desarrollo significa el hacer regresar la ética al comando de la economía. El pensamiento ortodoxo disocia profundamente la ética de la economía. Es muy importante que una economía tenga estabilidad, inflación baja, competitividad y progreso tecnológico, pero eso tiene que servir para que los chicos terminen el secundario y para que no haya exclusión social dice Bernardo Kliksberg (lo conocí hoy por el diario)

"Así se hacen los acuerdos, cada uno cede algo" dice el Dr. House.
"Nuestro acuerdo tiene nombre, se llama relación empleado-empleador. Yo obtengo lo que quiero, y usted no" le contesta la jefa.

Día interesante el domingo. (suena Dylan, resuena Orwell y 1984, la TV quiere matar a mi pobre Josefina, mi única neurona [pobrecita ella, tuerta y con axón de palo]... ya mató las de muchos, demasiados)
El domingo, en el lapso de una semana, como el fin de año o la proximidad del propio cumpleaños para el año, son momentos que suscitan un doble juego de reflexión: qué hice, cómo y porqué en ese período y qué haré, cómo y porqué a partir de esa reflexión (dos comentarios: por suerte como cumplo cerca de fin de año se me suman o potencian los dos espacios, el fin de año es de alguna manera social, se centra en la interrelación con ¿el mundo?, ¿eso que pasa allá afuera de uno mismo?, principalmente el trabajo en la línea eso que me demandan debo ser, el cumple en cambio es eso que me demando o deseo de mí (y desean y me demandan las personas que quiero); muchas veces esas demandas son antagónicas.
Pasan (me pasan) cosas a mí, al mundo, a mi país, mi trabajo... mi, mi, mi (que es simultáneamente "vos, vos, vos" y "nosotros, nosotros, nosotros"). Algunas indiferentes, otras que son graves, parecen graves, me bombardean para que crea que son graves (el pior de los piores ejemplos: las pavadas de un programa estúpido repetido por montones de programas estúpidos, y su origen y consecuencia que se retroalimenta, los presuntos noticiosos televisivos con su recorte estupidizante de la realidad).
En todo ese tira y afloje, quedo entrampado, como quedamos todos entrampados en una lógica (pobre Aristóteles ¿no?) que nos descuartiza, o peor, nos deshumaniza al vendernos una competencia con el igual mientras nos devora el que siempre nos ha devorado.
Esa jugadita de degradarnos a meros sujetos de ¿la vida, la historia? y alienarnos de la condición de agentes de "eso".
¿La verdad? me molesta mucho.
Tanto como ese tipo que insiste en hablar y degradarme a los vecinos cuando soy y somos ciudadanos, y que nos costó demasiado dolor reconquistar esa condición esencial de ciudadano, por lo tanto agente, participante, responsable (condición que le da otro significado a las dos citas con las que encabezo esta divagación: ética, equidad, no soy empleado del representante electo, soy empleador de ese representante aunque se crea que es un dirigente (vale para muchos, empezando por Arbusto Emperador, terminando con el vigilante de la esquina).
¿Todo esto un domingo?
Y, sí...

¿Cómo nos ganan?
Como soy complicado, enredado, confuso y verborrágico y fundamentalmente ideológico y político las simplificaciones y los recortes me asustan: es la peor manera de manipulación.
En 1984 de Orwell (junto con Dylan, obsesiva y casi excluyente excusa de reflexión en este medio año) hay dos elementos: uno el de la modificación del pasado para adecuarlo a la mediocre conveniencia del momento (tal vez el concepto más usado por la propaganda en la guerra fría contra el stalinismo), pero casi ni se hace referencia a la neolengua (la degradación de la capacidad de reflexión de las personas, ¿los ciudadanos?, a través de la degradación del lenguaje... cómo me gusta eso que dicen los que dicen que saben que dijo Lacan que respondió Stalin sobre los laburos de linguística "el lenguaje es una estructura vacía de significado", y que queda picando: ¿quién le asigna el significado?) y menos que menos se destaca al "doblepensar", el negar la percepción de lo que sucede para adaptarla al mandato del que manda...
Siempre lo mismo, que realmente sufro con agonía: que hayan ganado Goethe y Hegel con eso de que "el Poder está por encima de la Justicia". Y que los poderosos sean tan estúpidos en el significado y alcance que le dan a esa palabreja PODER (pero además que estupidicen a mis conciudadanos - y la terrible duda ¿cómo me están estupidizando a mí?) No sé, me angustia hasta la agonía que para tener una ropita de marca "exclusiva" no les importe que haya cuarenta operarios en condiciones de esclavitud. Y me digan "la teoría del derrame", "Darwin", "es que son unos vagos", "sólo les interesan los planes trabajar y pegarse un paco o un vino"...
¿No les pega mal que evidentemente ganó la neolengua, el doblepensar, su Difusor Primero (por suerte nos abandonó la semana pasada) con esa historia de la explicación a Doña Rosa (tratándola y rebajándola a estupida que doblepiensa en neolengua) y equivalentes?
Blanco, negro... escanear a dos bits. Y Planilandia
Los seres humanos vemos el mundo en colores. El rango de percepción respecto del espectro electromagnético es muy muy restringido, y sin embargo es mucho más amplio que el de los perros y gatos (por lo menos)
Y sin embargo, ese juego de neolengua y doblepensar actualizado a través de "los medios" y el principio "Doña Rosa" fuerza a ver lo que sucede como ni siquiera gatos y perros ven: en sólo blanco y negro.
A dos bits. Ni siquiera a ocho bits, en escala de grises, ni hablemos de "escanear" en 16 o 32 bits (miles y millones de colores).
O como en Planilandia (lindo librito de más de un siglo, en donde el tipo cuenta cómo un ser de dos dimensiones se enfrenta a que en realidad hay más cuando se encuentra con uno de tres... o nosotros de tres frente a un teserac, jiji)
Pues que nos quieren amaestrar a ver menos de lo que percibimos, a pensar menos de lo que pensamos, degradarnos en esa cosa esencial que nos hace seres humanos: pensar complejamente ante lo complejo.
Y seguiré en otro momento, es el día del Padre, viene mi hijo con mis nietos a almorzar y tengo que ir a buscar los raviolitos para que disfrutemos juntos.

08 junio 2008

A pedido del público, excusas

Como mi idea de inicio con este blog es una "pequeña obsesión" personal, la de encontrar(me) los vínculos entre lo que sucede, me sucede y la comprensión de los vínculos entre ambos ¿universos? cuestión de poder pensar y actuar con coherencia y consistencia (tan imposible como lograr la visión objetiva), pues que esta única neuronita loca, tuerta y renga llamada Josefina que poseo, salta a gusto, piaccere y arbitrariamente, con lo que "coherencia y consistencia" se me va al corno.
Pues, bueno, hay varios temas que me son recurrentes, que los mastico, pergueño borradores, doy vueltas, se me enriquecen a partir de las lecturas y comentarios o reflexiones de amigos.
Así que, me dejo una pequeña hoja de ruta (forzando la metáfora del tesserac, algunos de los vértices que delimitan al cuerpo)
Las retenciones
En esta cuestión me molesta la simplificación que nos intentan meter por todos lados, y cómo se mezclan con bastante perversión y malestares que no tienen nada que ver.
Todavía no entiendo qué tiene que ver el deseo de mantener ganancias extraordinarias, privilegios, prerrogativas y beneficios con el tren bala o el reloj de la Presidenta.
Sin embargo me parece que demasiados (al estilo del perro del hortelano) se enroscan con un reloj que desearían poseer en exclusividad para avalar egoismos y despropósitos (y encima mezclando en la misma bolsa a personas que soportan similares condiciones de abuso con abusadores casi históricos)
Debería escribir largo y tendido, y encima consistente para intentar colaborar a que asumamos como sociedad una posición coherente política (no necesariamente idéntica a la mía, sino, simplemente coherente, que no sea una mezcla irracional de pareceres contradictorios.
1984, o "¿cuál es el contexto válido para usar referencias literarias como herramienta analógica?"
El uso y manipulación de la información (pseudo información, en realidad esa cosa que se dice es "el recorte manipulativo de los acontecimientos") y el insistir en forzarnos a pensar con "la neolengua" y el doble pensar.
1984 es una muy buena metáfora exagerada de lo que vivimos.
Y se pega o adhiere a esta cuestión el porqué sí se puede utilizar a Homero, o Goethe pero no a Orwell, Le Guin o Foucault
Por supuesto, es bien largo este vértice
Y sigue, pero están también los tiempos y urgencias cotidianas

30 mayo 2008

Muchas cosas acumuladas

Desde que se inició el año me obsesioné con Bob Dylan.
El tipo estuvo siempre ahí, no le daba bola, pero me hacía señales (como en idéntica simetría {como es el tesserac, aguanten los vértices de la matriz ndimensional, así que paréntesis en... ad nauseam, sé que redundé, pero ¿redundé?}, Joni Mitchell, pero desde otro lado la hermosa Úrsula Le Guin...
Gracias a una hermosa amiga descubrí, caí en la cuenta, en realidad: viví, eso de qué es el poeta, no para él, sino para otro, en este caso, esencialmente YO, y lo que espero estar (¡al fin!) haciendo bien lo que tengo que hacer bien: Nosotros, con quién me gana de la más maravillosa manera que uno debe ser ganada: Ella, encontrada y soñada (en ese orden, uno no sabía qué soñaba hasta que vive lo que no sabía que soñaba cuando sabía... Mi Dama, Vivi (jiji, y más jiji), bueh, que como nunca tengo la certeza, la cómoda certeza, la ¿indiferente? certeza, de no estar meando fuera del tarro, el que aparezca un héroe que la embocó (bueh, acá vendrá una posterior entrada con todo lo que molesté a los amigos en las charlas-debates sobre "EL Camino Del Héroe"... hermoso tema...
Y vuelvo a... Dylan (desde ayer vengo escuchando en privado sólo y únicamente "A Hard Rain's A Gonna Fall", pero la versión de un bootleg del marzo del 88 "The Ballpark Old Orchard Beach Portl", poderosa): el tipo es como Homero (me es como Homero) para tantos y tantos y que a uno lo toca de rebote.
Me pegó en el alma, pero además, me develó/reveló/rebeló donde estoy parado, de donde estoy viniendo, para dónde estoy apuntando, y ¿estoy apuntando bien?
Bueh, este hijo de puta, hoy, me hace eso...
Y la dejo picando, es demasiado lindo como está saltando Josefina de acápa'allá...
Jeje

24 enero 2008

Volviendo de costado

Casi diez meses sin escribir nada.
Como tantas cosas, la dejo pasar, se me ocurre algo que me parece interesante y me digo a mí mismo "uy, tengo que poner esto o aquello" y después me olvido.
Bueno, cortito, sólo para recuperar la intención y hacerla acto, dejo esto.
Me prometo darle el uso que quería darle y de vago, colgado, distraido con lo de todos los días no le estoy dando.
O sea, una nueva declaración de principios que seguramente como siempre no cumpliré.
Y bueh, ¿vió?

26 septiembre 2006

Viejos fantasmas

Tenía ganas de usar este blog para ir presentándome una primera aproximación a la historia de mi familia.
Tengo en claro que "yo soy con y en mi familia", son mis raíces y mi expansión a futuro.
Pero hace días que vengo preocupado por una circunstancia que me afecta y choca con ese difícil equilibrio de los afectos (y en este lugar y medio de expresión, vale que lo haga explícito, una persona que sólo conozco por mails en una lista de correo, que, después de casi un año de no contacto, siento o identifico que se perdió, y desearía recuperarla a lo que percibo es ella misma)
¿Enredado no? Incluso, lo acepto: críptico, tengo cierto temor en develar demasiado quién es, y apuesto a que se recentrará en quién es, y soberbio, haberle dado la oportunidad a ser quién es.
Pero además, no tengo el coraje de escribirle personalmente, sospecho, con mucho de cobardía, que voy a lastimarlo/a (maldición con estas cosas del idioma tan tendencioso en la discriminación de los géneros). Y sé positivamente que no tengo la sensibilidad suficiente como para exponerle cómo y dónde equivocó el camino.

Problema: vivimos en una época que, desgraciadamente, de nuevo es demasiado fácil poner a funcionar, desde los prejuicios que no podemos ver, la máquina de odio y de degradación, en que con nuevos discursos y novedosas maneras, más amables de presentarse, el nazismo nos invade.
Si durante bastante tiempo el cristianismo en todas sus variantes persiguió, degradó y deshumanizó a las personas de religión judía (si se quiere como arranque, desde el Cid, pero sin olvidar a Lutero, y a partir de él, las comunidades protestantes, y la Rusia, tanto zarista como stalinista de matriz ortodoxa; Y GUARDA, no me olvido ni oculto ni niego, gitanos y tantos otros deshumana y cruelmente excluidos de su condición humana y por lo tanto exterminados como hacemos con la viruela o las cucarachas ¿se percibe lo terrible que enuncio? que el nazismo, que no es "alemán", ya que es de los peores patrimonios de la humanidad, sin ninguna barrera inventada), más atrás o más adelante, ninguna forma de identificación grupal entre personas que potencian los prejuicios, irracionales, inmanejables prejuicios, ninguna comunidad ha estado a salvo, incluidos los idealizados budistas.
Jamás: mal de muchos justifica algo, más bruto: "la hijaputez de cualquiera nunca, (perdón por gritar) NUNCA justifica la mía". En particular cuando se le quita condición de ser humano al otro.
Ahora bien, el problema grave es que no sé cuáles son los instrumentos para (me pongo en bíblico) "Acompaña fraternalmente a tu prójimo en el camino del error a la verdad".
Sé que tengo una débil percepción de lo fraternal (y de nuevo, lo opongo al tan promocionado término de "solidario"; somos iguales, hermanos, no soy más para ser "solidario"); pero creo en este caso percibir el núcleo de afectos que ha sido obnubilado por esos tan persuasivos discursos que alimentan los irracionales prejuicios.

Problema personalizado: alguien al que le percibo de buen entendimiento (en el sentido clásico, en que la racionalidad y el afecto están en equilibrio; uno perfecciona y sensibiliza al otro) ha caído en persuasivamente insidioso discurso de la discriminación racista (que si sólo fuera discurso, pero desgraciadamente, como hace basamento en las partes más desagradables de uno, es tan pero tan persuasivo…)
¡Ah!, es tan tentador decir "tengo uno o muchos amigos judíos" o "yo con los indios (o negros, o cabecitas, o el término peyorativo que sea) no tengo problemas". Pero son "tan distintos" y "que bueno soy, que a esos los trato como si fueran iguales". Y uno lo tiene instalado, demasiados siglos de discriminación sembrada no se diluyen en un día.
Pero además, lo más perverso de esta época en la que vivimos, caemos en la justificación del resistente (de nuevo, la hijaputez de uno justifica y valida la del otro) y se deslizan los viejos prejuicios.

¿Explicito? Ante el conflicto, multiforme, entre los países centrales, encabezado por la nueva Roma (o Bagdad del 1100 en su área de influencia; o la China pre mogol, o la China actual, o el imperio Inca o Azteca) y los débiles, es esperable, desde el "buen corazón" ponerse del lado de los débiles.
Así, hoy, en estos meses, entre los palestinos y el Estado de Israel, seguro me pongo del lado de los palestinos. Pero, ¿eso justifica las pintadas que día a día veo una y otra vez de "judíos asesinos de niños"?
¿Nadie percibe que es idéntica en maldad a "todos los musulmanes son culpables (ya no responsables, sino culpables) del ataque del 11 de septiembre" (y hago mutis por el foro del 11 de septiembre del 73, ¿cómo separo Estados y pueblos, cómo separo al Estado de Estados Unidos de Norteamérica del pueblo de esa nación; cómo separo al Estado de Israel del pueblo de esa nación, cómo separo al pueblo islámico del Estado o Nación Islámica?)
Y lo peor, cómo le hago ver estas sutilezas a mi amigo que sólo conozco virtualmente…

La vida me resulta resbalosa, frente a la exigencia de mi juventud de JUSTICIA, ahora me conformo con equidad, y hago lo imposible por no confundir Justicia con Venganza.
En tanto y en cuanto siga cantando convencido "que la tortilla se vuelva, que los pobres coman pan y los ricos mierda" propongo venganza y revancha. Que la copla debería ser "que la tortilla se vuelva y todos coman pan todos los días".
Pero, ¿cuál es la brújula? ¿cuál la orientación en esta selva en donde siempre somos usados como carne de cañón para el odio?
¿Qué bibliografía, que autores, qué pensadores, nos pueden auxiliar para desarticular tantos siglos de odio, basura, denigración, bajeza, falta de respeto?

Y vuelvo a eso de la familia: soy en tercera generación bajado de los barcos, a uno de mis abuelos lo cagaron a palos por ser obrero, hijo de gallegos y radical (y va el palo: los que en la década del 30, los camisas plateadas defendían la hispanidad a garrote y patota, que fueron el núcleo de la Alianza Libertadora, esos, cagaban a palos a gallegos, tanos, polacos, rusos, moishes, porque contaminaban nuestra pura raza hispánica). Cuando cualquiera apela a la tradición viril y ruda, a valores adjetivados pero nunca explícitos: ese es el enemigo, ese siembra odio, ese segrega en vez de unir.

Y a todos, como soy conciente que estoy movido por los afectos, como sé que me importa más el respeto y la comprensión, por favor (si valiera en un medio virtual: de rodillas) corríjanme, pero por favor: nunca nos olvidemos que los seres humanos somos seres humanos.
Y a ese amigo "virtual" por favor: no dejes que mala neurona acorrale buen corazón, San Juan de la Cruz, católico, Bazare de Bisutum, musulmán, el tercer Patriarca del Zen, budista, Martin Buber o tántos que ya no puedo citar, pero si querés, están en el hermoso y conmovedor Antiguo Testamento (desde mi tradición católica), Gandhi desde el hinduismo… y toda buena persona que sigue su corazón: "Ama y todo será posible".

11 septiembre 2006

Dune: Casa Atreides - Capítulo Uno

Transmisión de la Cofradía Espacial a la corporación mercantil galáctica Combine Honnete Ober Advancer Mercantiles:
"Nuestra responsabilidad específica en esta misión extraoficial ha consistido en explorar los planetas deshabitados con el fin de encontrar otra fuente de la preciosa especia melange, de la cual tanto depende el Imperio. Hemos documentado los viajes de muchos de nuestros Navegantes y Pilotos, que han inspeccionado cientos de planetas. Sin embargo, hasta la fecha no hemos obtenido el menor éxito. La única fuente de melange que existe en el Universo Conocido sigue siendo el planeta desierto de Arrakis. La Cofradía, la CHOAM y todos los demás elementos dependientes han de seguir sujetos al monopolio de los Harkonnen.
"No obstante, el esfuerzo de explorar territorios lejanos en busca de nuevos sistemas planetarios y nuevos recursos da sus frutos. Las exploraciones detalladas y los mapas orbitales contenidos en las hojas adjuntas de cristal riduliano serán de suma importancia comercial para la CHOAM.
"Tras haber cumplido con las especificaciones pactadas en el contrato suscrito previamente, solicitamos a la CHOAM que deposite la cantidad acordada en nuestra sede oficial del Banco de la Cofradía de Empalme."




"A su Alteza Real el emperador Padishah Elrood IX, regente del Universo Conocido:
"De su fiel súbdito el barón Siridar Vladimir Harkonnen y Señor Supremo de Giedi Prime, Lankiveil y planetas aliados.
"Señor, permitidme una vez más que reafirme el compromiso de serviros con lealtad en el planeta desierto de Arrakis. Durante los siete años posteriores a la muerte de mi padre, me avergüenza decir que mi incompetente hermanastro Abulurd ha permitido que la producción de especia se redujera. Las pérdidas de equipo han sido elevadas, y las exportaciones han descendido a niveles abismales. Debido a la dependencia del Imperio de la especia melange, esta coyuntura podría acarrear graves consecuencias. No dudéis que mi familia ha tomado medidas para rectificar tan infortunada situación: Abulurd ha sido relegado de sus funciones y deportado al planeta Lankiveil. Se le ha retirado su título de nobleza, aunque es posible que algún día reclame el gobierno de algún distrito.
"Ahora que la supervisión directa de Arrakis depende de mí, permitidme que os dé mi garantía personal de que utilizaré todos los medios necesarios (dinero, dedicación y mano de hierro) para conseguir que la producción de melange alcance o exceda nuestros anteriores niveles de producción.
"Como ordenásteis sabiamente, la especia ha de fluir."




La melange es el elemento económico primordial de las actividades de la CHOAM. Sin esta especia, las reverendas madres de la Bene Gesserit no podrían llevar a cabo sus gestas de observación y control humano, los Navegantes de la Cofradía no podrían localizar senderos seguros a través del espacio, y millardos de ciudadanos imperiales morirían debido al síndrome de abstinencia. Cualquier necio sabe que tal dependencia de una sola sustancia degenera en abusos. Todos corremos un grave peligro.
Análisis económico de pautas de circulación de materiales de la CHOAM

El barón Vladimir Harkonnen, esbelto y musculoso, estaba inclinado hacia adelante, al lado del piloto del ornitóptero. Escudriñó con ojos negros como arañas a través del cristal cóncavo, al tiempo que su olfato percibía el olor de la arena y el polvo omnipresentes.
Mientras el ornitóptero acorazado volaba a considerable altura, el sol blanco de Arrakis arrancaba reflejos de las arenas infinitas. La visión de las dunas, que rielaban debido al calor del día, hirió sus retinas. El paisaje y el cielo eran de un blanco cegador. Nada procuraba solaz al ojo humano.
Un lugar infernal.
El barón ardía en deseos de regresar a la placidez industrializada y la complejidad civilizada de Giedi Prime, el planeta central de la Casa Harkonnen. Tenía mejores cosas que hacer en el cuartel general de la familia, situado en la ciudad de Carthag, y sus gustos exigentes anhelaban otras diversiones.
Pero la recolecta de la especia tenía prioridad absoluta. Siempre. Sobre todo cuando se había declarado una huelga tan salvaje como sus rastreadores habían informado.
En la atestada cabina, el barón estaba repantigado con aire de confianza absoluta, indiferente a las oscilaciones producidas por las turbulencias de aire. Las alas mecánicas del ornitóptero batían rítmicamente, como las de una avispa. El cuero negro de su peto se ajustaba a la perfección sobre sus pectorales bien desarrollados. Adentrado en la cuarentena, era atractivo, con un punto de fanfarronería en sus facciones. Llevaba el pelo rojodorado cortado y peinado siguiendo instrucciones precisas, para que destacara su característico pico de viuda. El rostro del barón era lampiño, los pómulos altos y bien esculpidos, A lo largo de su cuello y mandíbula destacaban unos músculos muy pronunciados, dispuestos a deformar su cara en una expresión arisca o en una dura sonrisa, según las circunstancias.
–¿Cuánto falta?
Miró de reojo al piloto, que estaba dando señales de nerviosismo.
–El lugar se encuentra en las profundidades del desierto, barón. Todo indica que se trata de una de las concentraciones de especia más rica jamás excavada.
El aparato se estremeció cuando se pasaron sobre un afloramiento de lava negra. El piloto tragó saliva y se concentró en los controles del ornitóptero.
El barón se relajó en su asiento y reprimió su impaciencia. Estaba satisfecho de que el nuevo tesoro estuviera a salvo de ojos inquisidores, lejos de funcionarios imperiales o de la CHOAM que pudieran llevar registros engorrosos. El senil emperador Elrood IX no tenía por qué saber nada sobre la producción de especia de los Harkonnen en Arrakis. Gracias a informes falseados con sumo cuidado y a libros de cuentas manipulados, por no hablar de sobornos, el barón contaba a los supervisores extraplanetarios tan sólo lo que quería que supieran.
Pasó una fuerte mano por el sudor que perlaba su labio superior, y luego ajustó los controles de la cabina del ornitóptero para gozar de una temperatura más fresca y un ambiente más húmedo.
El piloto, nervioso por tener a su cargo a un pasajero tan importante y de carácter tan tornadizo, aumentó la velocidad. Echó un vistazo a la proyección cartográfica de la consola, y estudió los contornos del terreno desierto que se extendía hasta perderse de vista.
Tras haber examinado las proyecciones cartográficas, su escasez de detalles desagradó al barón. ¿Cómo podía alguien orientarse en aquel planeta desierto? ¿Cómo era posible que un planeta tan vital para la estabilidad económica del Imperio apenas hubiera sido cartografiado? Otro fallo de su débil hermanastro menor, Abulurd.
Pero Abulurd se había ido, y el barón estaba al mando. Ahora que Arrakis es mío, pondré todo en orden. En cuanto regresara a Carthag, pondría gente a trabajar en trazar nuevos mapas y planos, si los malditos Fremen no mataban una vez más a los exploradores, o destruían los puntos cartográficos.
Durante cuarenta años este mundo desierto había sido el cuasifeudo de la Casa Harkonnen, un acuerdo político garantizado por el emperador, con la bendición de la poderosa CHOAM. Aunque sórdido y desagradable, Arrakis era una de las joyas más importantes de la corona imperial, en virtud de la preciosa sustancia que proporcionaba.
Sin embargo, tras la muerte del padre del barón, Dmitri Harkonnen, el viejo emperador había concedido el poder, debido a alguna deficiencia mental, al blando Abulurd, que había logrado arruinar la producción de especia en sólo siete años. Los beneficios cayeron en picado, y perdió el control por culpa de los contrabandistas y el sabotaje. Caído en desgracia, el muy imbécil había sido depuesto y exiliado sin título oficial a Lankiveil, donde ni siquiera él podía perjudicar demasiado a las actividades balleneras que se desarrollaban en el planeta.
En todo el Imperio, Arrakis (un infierno que algunos consideraban un castigo más que una recompensa) era la única fuente conocida de la especia melange, una sustancia mucho más valiosa que cualquier metal precioso. En este mundo sediento valía incluso más que su peso en agua.
Sin especia, los viajes espaciales serían imposibles... y sin viajes espaciales, el Imperio se derrumbaría; La especia prolongaba la vida, protegía la salud y añadía vigor a la existencia. El barón, que la consumía con moderación, agradecía sobremanera la sensación que le producía. Claro que la melange, por otra parte, era ferozmente adictiva, lo cual mantenía su precio alto...
El ornitóptero acorazado sobrevoló una cordillera que parecía una mandíbula rota llena de dientes podridos. A lo lejos, el barón vio una nube de polvo que se extendía como un yunque hasta el cielo.
–Eso son los trabajos de recolección, barón.
Ornitópteros de ataque semejantes a halcones aparecieron como puntos negros en el cielo monocromo y se precipitaron hacia ellos. El comunicador sonó, y el piloto envió una señal de identificación. Los defensores, mercenarios con la orden de mantener alejados a merodeadores indeseables, describieron un círculo y adoptaron una posición protectora en el cielo.
En tanto la Casa Harkonnen alimentara la ficción de progreso y beneficios, la Cofradía Espacial no tenía por qué enterarse de ningún hallazgo de especia. Ni el emperador ni la corporación de comercio galáctico CHOAM. El barón se quedaría la melange y aumentaría sus ya enormes depósitos.
Después de los años de decadencia de Abulurd, si el barón conseguía al menos la mitad de lo que era capaz, la CHOAM y el Imperio notarían una inmensa mejora. Si les contentaba, no repararían en sus considerables tejemanejes, nunca sospecharían la existencia de sus reservas secretas. Una estratagema peligrosa, si era descubierta... pero el barón sabía cómo tratar a los ojos curiosos.
Mientras se acercaban a la nube de polvo, sacó unos prismáticos y enfocó las lentes de aceite. La ampliación le permitió ver la fábrica de especia en funcionamiento. Con sus gigantescos neumáticos y enorme capacidad de carga, la monstruosidad mecánica era increíblemente cara, y valía todos los solaris que costaba su mantenimiento. Sus excavadoras expulsaban polvo rojizo, arena gris y astillas de pedernal a medida que ahondaban y levantaban la superficie del desierto, en busca de la aromática especia.
Unidades terrestres móviles recorrían la arena destripada en las vecindades de la fábrica, hundían sondas bajo la superficie, recogían muestras, trazaban el plano de la vena de especia sepultada. En el cielo, maquinaria más pesada transportada por ornitópteros jumbo daba vueltas, esperando. En la periferia, aparatos de observación recorrían de un lado a otro las arenas, con vigías a bordo concentrados en divisar señales de gusanos. Cualquiera de los gigantescos gusanos de arena de Arrakis podía engullir todo el complejo.
–Señor barón –dijo el piloto al tiempo que le pasaba el comunicador–, el capitán de la cuadrilla de trabajo desea hablar con vos.
–Soy tu barón. Ponme al corriente. ¿Cuánta habéis encontrado?
El capitán contestó con voz hosca, por lo visto indiferente a la importancia del hombre con quien estaba hablando.
–Hace diez años que dirijo cuadrillas de especia, y este depósito supera todo cuanto había visto hasta ahora. El problema reside en que está enterrado a una gran profundidad. Por lo general, los elementos dejan al descubierto la especia, y así la encontramos. Esta vez se halla muy concentrada, pero...
El barón sólo aguardó un momento.
–Sí, ¿qué pasa?
–Aquí está sucediendo algo extraño, señor. En los aspectos químicos, quiero decir. Hay dióxido de carbono que se filtra desde abajo, una especie de burbuja formada bajo nuestros pies. El recolector está excavando a través de capas exteriores de arena para acceder a la especia, pero también hay vapor de agua.
–¡Vapor de agua!
Era algo inaudito en Arrakis, donde la proporción de humedad del aire era mínima, incluso en el mejor de los días.
–Tal vez hemos topado con un antiguo acuífero, señor, sepultado bajo una capa de roca.
El barón jamás había imaginado que se encontraría agua bajo la superficie de Arrakis. Consideró la posibilidad de explotar un curso de agua a base de venderla a la población. Eso irritaría sin duda a los mercaderes de agua existentes, que ya se estaban dando excesivos aires de importancia.
Su voz de bajo retumbó.
–¿Crees que está contaminando la especia?
–No lo sé, señor –dijo el capitán–. La especia es una materia extraña, pero nunca había visto un yacimiento semejante. No parece... normal.
El barón miró al piloto del ornitóptero.
–Ponte en contacto con los rastreadores. Pregunta si han localizado señales de gusanos.
–No hay señales de gusanos, mi señor –dijo el piloto al ver la respuesta en la pantalla. El barón observó gotas de sudor en la frente del hombre.
–¿Cuánto tiempo lleva ahí abajo el recolector?
–Casi dos horas normales, señor.
El barón frunció el entrecejo. Ya tendría que haber aparecido un gusano.
Sin darse cuenta, el piloto había dejado abierto el sistema de comunicaciones, y el capitán de la cuadrilla confirmó la circunstancia por el altavoz.
–Nunca habían tardado tanto, señor. Los gusanos siempre vienen. Siempre. Pero algo está pasando ahí abajo. Los gases van en aumento. Se huelen en el aire.
El barón absorbió el aire reciclado de la cabina y detectó el olor almizclado a canela de la especia bruta recogida del desierto. El ornitóptero se encontraba sólo a unos cientos de metros del principal recolector.
–También hemos detectado vibraciones subterráneas, una especie de resonancia. No me gusta, señor.
–No te pagan para que te guste –replicó el barón–. ¿Es un gusano profundo?
–No creo, señor.
Examinó los cálculos estimados que transmitía el recolector de especia. Las cifras obnubilaron su mente.
–Lo que estamos obteniendo de esta excavación equivale a la producción mensual de mis demás yacimientos.
Tamborileó con los dedos sobre su muslo.
–Sin embargo, señor, sugiero que nos preparemos para recogerlo todo y abandonar el yacimiento. Podríamos perder...
–De ninguna manera, capitán –dijo el barón–. No hay señales de gusanos, y casi has recogido la carga de toda una factoría. Si lo necesitas, te bajaremos un recolector vacío. No voy a abandonar una fortuna en especia porque te estés poniendo nervioso... sólo porque tengas una sensación extraña. ¡Ridículo!
Cuando el jefe de la cuadrilla intentó abundar en su punto, el barón le interrumpió.
–'Capitán, si eres un cobarde nervioso, has escogido mal la profesión y la Casa que te da empleo. Continua.
Cerró el comunicador y tomó nota mentalmente de despedir a aquel hombre lo antes posible.
A más altura flotaban los transportadores preparados para recoger el recolector de especia y a su tripulación en cuanto apareciera un gusano. Pero ¿por qué tardaba tanto? Los gusanos siempre protegían la especia.
La especia. Saboreó la palabra en sus pensamientos y sus labios.
La sustancia, rodeada de supersticiones, existía en una cantidad desconocida, como un cuerno de unicornio moderno. Por otra parte, Arrakis era tan inhóspito que nadie había descubierto todavía el origen de la melange. En la inmensa extensión del Imperio, ningún explorador ni prospector había encontrado melange en ningún otro planeta, ni nadie había logrado sintetizar un sustituto, pese a siglos de intentos. Desde que la Casa Harkonnen detentaba el gobierno de Arrakis, y por lo tanto controlaba toda la producción de especia, el barón no deseaba que se desarrollara un sustituto o se encontrara otra fuente.
Cuadrillas del desierto expertas localizaban la especia, y el Imperio la utilizaba pero, por lo demás, los detalles no le concernían. Siempre existía riesgo para los trabajadores, el peligro de que un gusano atacara demasiado pronto, de que un transportador se estropeara, de que una factoría de especia no -fuera izada a tiempo.
Tormentas de arena inesperadas estallaban con sorprendente velocidad. Las cifras de bajas y de pérdidas de equipo eran abrumadoras... pero la melange pagaba casi cualquier coste, ya fuera en dinero o en sangre.
Mientras el ornitóptero describía círculos a un ritmo constante, el barón estudió el espectáculo industrial. El sol abrasador se reflejaba en el casco polvoriento de la factoría de especia. Los rastreadores continuaban surcando el aire, mientras vehículos terrestres iban tomando muestras.
Todavía no se veían señales de ningún gusano, y cada momento que pasaba permitía a la cuadrilla recoger más especia. Los trabajadores recibirían bonificaciones, excepto el capitán, y la Casa Harkonnen se enriquecería todavía más. Los registros serían tergiversados más adelante.
El barón se volvió hacia el piloto.
–Llama a nuestra base más cercana. Ordena que preparen otro transportador y otra factoría de especia. Esta vena parece inagotable. –Bajó la voz–. Si aún no ha aparecido ningún gusano tal vez haya tiempo...
El capitán de la cuadrilla de tierra volvió a llamar, retransmitiendo en una frecuencia general desde que el barón había cerrado su receptor.
–Señor, nuestras sondas indican que la temperatura se está elevando en las profundidades... ¡Un pico drástico! Algo está pasando ahí abajo, una reacción química. Además, uno de nuestros grupos de exploración terrestre acaba de toparse con un nido de truchas de arena.
El barón gruñó, furioso con el hombre porque se había comunicado mediante un canal no codificado. ¿Y-si espías de la CHOAM estaban escuchando? Además, a nadie le importaban las truchas de arena. Aquellos animales gelatinosos que vivían bajo la arena eran tan irrelevantes para él como un enjambre de moscas alrededor de un cadáver abandonado.
Tomó nota mental de castigar al hombre con algo más que despedirle y negarle la bonificación. Debió ser Abulurd en persona quien había elegido a ese bastardo acojonado.
El barón vio las diminutas figuras de los exploradores avanzar por la arena, correteando como hormigas enloquecidas por vapor ácido. Corrieron de vuelta hacia la factoría de especia principal. Un hombre saltó de su vehículo incrustado de arena y se precipitó hacia la puerta abierta de la enorme máquina.
–¿Qué están haciendo esos hombres? ¿Están abandonando sus puestos? Bajemos un poco para verlo mejor.
El pilotó inclinó el ornitóptero y descendió como un escarabajo ominoso hacia la arena. Los hombres se agacharon, tosieron y sufrieron arcadas, mientras intentaban colocarse filtros sobre la cara. Dos cayeron sobre la arena. Otros retrocedieron a toda prisa hacia la factoría de especia.
–¡Traed el transportador! ¡Traed el transportador! –gritó alguien.
Todos los rastreadores informaron.
–No veo señales de gusanos.
–Todavía nada.
–Todo despejado por aquí.
–¿Por qué están evacuando? –preguntó el barón, como si el piloto lo supiera.
–¡Algo está pasando! –chilló el capitán–. ¿Dónde está el transportador? ¡Lo necesitamos ya!
La tierra osciló. Cuatro obreros cayeron de bruces en la arena antes dé llegar a la rampa de la factoría de especia.
–¡Mirad, mi señor! –El piloto señaló hacia abajo, con voz trémula de terror. Cuando el barón dejó de concentrarse en los hombres acobardados, vio que la arena temblaba alrededor del yacimiento, y vibraba como un parche de tambor golpeado.
El recolector de especia se ladeó y resbaló a un lado. Se abrió una grieta en la arena, y todo el yacimiento empezó a alzarse en el aire como una burbuja de gas en una olla de barro salusana hirviente.
–¡Larguémonos de aquí! –gritó el barón. El piloto le miró por una fracción de segundo, y el barón le propinó un revés en la mejilla con su mano izquierda, veloz como el rayo–. ¡Muévete!
El piloto aferró los mandos e inició el ascenso. Las alas articuladas batieron furiosamente.
Abajo, la burbuja subterránea alcanzó su apogeo y después estalló. El recolector de especia, las cuadrillas móviles y todo lo demás saltó por los aires. Una gigantesca explosión de arena se elevó hacia el cielo, arrastrando roca destrozada y la volátil especia anaranjada. La gigantesca factoría quedó hecha añicos, que quedaron dispersos como trapos perdidos en una tormenta de Coriolis.
–¿Qué demonios ha pasado?
Los oscuros ojos del barón se abrieron de par en par, incrédulos, al contemplar la magnitud del desastre. Toda la preciosa especia desaparecida, engullida en un instante. Todo el equipo destrozado. Apenas pensó en la pérdida de vidas, excepto por los gastos de adiestrar a las cuadrillas.
–¡Sujetaos, mi señor! –gritó el piloto. Sus nudillos se riñeron de blanco sobre los mandos.
Una potentísima ráfaga de viento les alcanzó. El ornitóptero acorazado invirtió su posición en el aire, mientras las alas se agitaban frenéticamente. Los motores zumbaron y gruñeron, al tiempo que intentaban mantener la estabilidad. Proyectiles de arena se estrellaron contra las portillas de plaz. Obstruidos por el polvo, los motores del ornitóptero carraspearon. El aparato perdió altitud y cayó hacia el revuelto estómago del desierto.
El piloto gritó palabras ininteligibles. El barón agarró sus protectores contra colisiones, y vio que la tierra se precipitaba hacia él como el tacón invertido de una bota, dispuesto a aplastar un insecto.
Como cabeza, de la Casa Harkonnen, siempre había pensado que moriría a manos de un asesino traidor... pero ser víctima de un desastre natural impredecible le resultó casi divertido.
Mientras caían, vio la arena abierta como una herida supurante. Las corrientes de convección y las reacciones químicas absorbían el polvo y la melange en bruto. La rica vena de especia de momentos antes se había transformado en una boca leprosa dispuesta a engullirlos.
Pero el piloto, que había parecido débil y distraído durante el vuelo, adoptó una rigidez total, debida a la concentración y la determinación. Sus dedos volaban sobre los mandos, con el fin de aprovechar las corrientes, cambiaba el flujo de un motor a otro para aliviar la estrangulación producida por el polvo en los tubos de recepción de aire.
Por fin, el ornitóptero se niveló, se estabilizó y voló a baja altura sobre la llanura de dunas. El piloto emitió un suspiro de alivio.
El barón vio sombras translúcidas relucientes en el gran desfiladero abierto en la arena, sombras similares a gusanos sobre una carcasa: truchas de arena que corrían hacia la explosión. No tardarían en acudir los gigantescos gusanos. Aquellos monstruos no resistirían la tentación.
Por más que lo intentaba, el barón no podía comprender la especia. Ni por asomo.
El ornitóptero ganó altitud y les condujo hacia los rastreadores y transportadores, que habían sido pillados por sorpresa. No habían conseguido recuperar la factoría de especia y su precioso cargamento antes de la explosión, y no podía culpar a nadie por ello. Sólo a él. El barón les había dado órdenes explícitas de mantenerse alejados.
–Acabas de salvar mi vida, piloto. ¿Cómo te llamas?
–Kyrubi, señor.
–Muy bien, Kyrubi. ¿Habías visto algo semejante? ¿Qué ha pasado ahí abajo? ¿Cuál ha sido la causa de la explosión?
El piloto respiró hondo.
–He oído a los Fremen hablar acerca de algo que llaman explosión de especia. –Ahora parecía una estatua, como si el terror le hubiera transformado en algo mucho más fuerte–. Ocurre en las profundidades del desierto, donde muy poca gente-puede presenciarlo.
–¿A quién le importa lo que digan los Fremen? –Su labio se curvó desdeñoso cuando pensó en los sucios nómadas indígenas del gran desierto–. Todos hemos oído hablar de explosiones de especia, pero nadie ha visto ninguna. Supersticiones estúpidas.
–Sí, pero las supersticiones suelen tener una base. Se han visto muchas cosas en el desierto.
El barón admiró al hombre por su determinación de hablar, aunque Kyrubi debía conocer su temperamento y espíritu vengativos. Tal vez sería prudente ascenderle...
–Dicen que un estallido de especia es una explosión química –continuó Kyrubi–, tal vez el resultado de una masa de preespecia bajo las arenas.
El barón pensó en la información recibida. No podía negar la evidencia de sus propios ojos. Algún día, quizá alguien descubriría la verdadera naturaleza de la melange y sería capaz de evitar desastres como éste. Hasta el momento, como la especia parecía inagotable para aquellos dispuestos a llevar a cabo el esfuerzo, nadie se había molestado en efectuar análisis detallados. ¿Para qué perder el tiempo en pruebas, cuando aguardaba una fortuna? El barón tenía el monopolio de Arrakis, pero era un monopolio basado en la ignorancia.
Apretó los dientes y comprendió que, en cuanto volviera a Carthag, se vería obligado a relajarse un poco, a liberar sus tensiones acumuladas mediante algunas "diversiones", tal vez con más vigor de lo imaginado. Esta vez tendría que encontrar a un candidato especial, en lugar de uno de sus amantes habituales, alguien a quien nunca más volvería a utilizar. Eso le libraría de trabas.
Ya no es preciso ocultar este yacimiento al emperador, pensó. Lo registrarían, como si fuera un hallazgo, y documentarían la destrucción de la cuadrilla y el equipo. Tampoco sería necesario manipular los registros. El viejo Elrood no se sentiría nada complacido, y la Casa Harkonnen debería asumir el revés económico.
Mientras el piloto daba media vuelta, los miembros supervivientes de la patrulla examinaban los daños sufridos, y más tarde informaron por el comunicador sobre la pérdida de hombres, equipo y carga de especia. El barón sintió bullir la rabia en su interior.
¡Maldito Arrakis! ¡Maldita sea la especia, y maldita sea nuestra dependencia de ella!

Folletín - Declaración de principios

Me gustan los folletines.
Me gusta Dumas, me gusta Arsene Lupin, y cuando me enteré que Dostoievski era escritor de folletines, y que se paraba Moscú o San Petesburgo esperando el próximo capítulo de "Crimen y Castigo" o de "Los hermanos Karamazov", pues que me gustó más todavía.
Pérez-Reverte juguetea con eso del folletín, pero sin hacerlo, creo. Aunque si lo pienso, los libritos de "El Capitán Alatriste", aparte de las mentas y similitudes con lady Winter, y todo eso, en formato más moderno, juega bastante próximo.
Y esta moda de las lungas sagas de quinientos mil volúmenes, que también, con otro tamaño y dirigido a otro público, un poco más ¿sofísticado?, juega con esa cosa tan hermosa del "continuará..."
De ahí ésto: en algún lado leí que Dune, el primero, comenzó al estilo folletín, en alguna de esas clásicas revistas norteamericanas de los 60 se fue publicando capítulo a capítulo. Hacerlo ahora, es levemente anacrónico, además todos tenemos tres ediciones distintas de la saga y la película de Lynch en divx, dvd y vhs, aparte de la serie...
Pero anda medio perdida la precuela que escribió el hijo, Brian Herbert, junto con Kevin Anderson.
Desde ahí, emular la ansiedad, deseo irrefrenable, las multitudes a las puertas de la editorial que publicaba el siguiente capítulo del esperado folletín, y qué mejor, que con "Dune: Casa Atreides".
Igual, valga la aclaración, Brian no es Frank..., pero valga el homenaje indirecto (y saciar la curiosidad de cómo Leto conoció a Jessica, jiji, entre tantas otras cosas)

01 septiembre 2006

Machismos y machismos

Que no todos los machismos son iguales, o no todo lo que a veces se toma como machismo es machismo.
¿Eh? Je, como siempre, llegar a eso requiere dar unas cuantas vueltas.
¿Escucharon "Rocky Mountain Way" de Joe Walsh?
Como la vida no me es lineal, como todo tiene un origen que anda "por allá", y yo desde "acá" intento encontrar el mapa que me exponga "el río, sus afluentes, fuente, recovecos y meandros, e incluso los arbolitos que hay a los costados", y mezclando dos cuentos de Borges, uno Funes y su idea de la memoria perfecta "recordar lo hecho durante 24 horas requieren 24 horas", con esa de que el mapa perfecto es el hecho en escala uno en uno, y encontraban en perdidos parajes cachos de pergamino en donde se detallaba cada piedrita y grano de arena, la reconstrucción perfecta del río es idéntica a lo reconstruido, y también distinto, ya que yo ya lo recorrí siendo un yo diferente…
Bueh, después del prólogo:
Estoy rayadísimo con una canción de Joe Walsh, "Rocky Mountain Way" y con una versión particular, la que hace en el "Crossroads Festival"

Spent the last year
Rocky Mountain Way
Couldn't get much higher
Out to pasture
Think it's safe to say
Time to open fire
And we don't need the ladies
Crying 'cuz the storie's sad'
Cuz the Rocky Mountain Way
Is better than the way we had
Well he's tellin' us this
And he's tellin' us that
Changes it every day
Say's it doesn't matter
Bases are loaded and Casey's at bat
Playin' it play by play
Time to change the batter
And we don't need the ladies
Crying 'cuz the storie's sad, uh huh
Rocky Moutain Way
Is better than the way we had
Hey, hey, hey, hey
Con Joe Walsh: guitarra y voz; Booker T. Jones: teclados; Donald "Duck" Dunn: bajo; Steve
Potts: batería; Steve Cropper: guitarra rítmica.


La parte de lo que supongo es béisbol no la entiendo (no conozco las reglas del juego, bah!, de ninguno, pero por algún lado establezco una cierta resonancia con comentarios sobre fútbol, que tampoco tengo como conocido, pero suena un poco más), pero en la primera estrofa me resuena al cuento ese del oso de Faulkner en "Desciende Moisés", cuento, acá voy al tema, que, desde algún lado, posiblemente se pueda interpretar como "machista mal", eso de que un montón de tipos se vayan una temporada a cazar, "vivir vida salvaje" en medio de los bosques a revivir la banda de cazadores que van de expedición de caza ¿prehistórica?, muchos días en medio de cualquier lado, lejos de las mujeres, haciendo "esas cosas de hombres": el fueguito para la comida, al estilo del civilizado asado del domingo, pero en natural, el bancarse el frío, los mosquitos, bichos miles que se meten y joden por todos lados, y a la noche, con la botella de cerveza o ginebra circulando y el tabaco, en pipa o cigarrillos negros, humeando, se cuentan historias, de esas que "don't need the ladies, crying'cuz the storie's sad"…
Que, de nuevo las espirales; es la diferencia de "Casablanca" con "Algo para recordar".
Creo que a muchos nos pasa, "Casablanca" es la perfecta historia de amor "macho/masculino", uno renuncia a "Ella" y "andá con el Otro, (yo no importo y no tenés que saberlo)" por Los Ideales, a pesar de la pose cínica; lo mismo que hace que a uno le gusten los relatos de serie negra, con su detective cínico de tanto "esperar encontrarla a Ella, pero seguro Ella no existe, y si existe no es para mi" (al estilo de los trovadores del amor cortés, que saben que no se consuma nunca) no encontrado.
Y suene a nada "Algo para recordar" (y recuerdo a mi vieja, mi hermana y mi hija, intentando contarme la película, y se les caían las lágrimas sin poder contenerlas, emocionadísimas y conmovidas por la historia, que no podían contar de tanto llanto: gran misterio para uno; tan misterioso como que no puedan entender por qué uno ve una y otra vez "Casablanca", o "El tercer hombre" si vamos al caso)

Así, hay un "algo" que por facilidad y para no entrar en líos, se etiqueta como "machismo", y sin embargo nada que ver con el tipo ese que manifiesta casi con violencia su misoginia intolerable.
Porque una cosa es el misógino ninguneante, el que pone a "la mujer", "la femineidad", "lo femenino" como cosa inferior, que de alguna manera todas sus inseguridades y agresiones sufridas las desplaza, en el mismo tipo de actitud cruel y agresiva de patear un gato o un perro de la calle, hacia la mujer por suponerla más débil y que no se puede defender. Sadismo del peor.

En cambio, en "el oso" (espero se llame así) o en "Rocky Mountain" es "esto también somos"; distinto y diferente a "eso que ustedes también son", que es cada tanto necesario hacer, tanto como el cada tanto reunirse con los muchachos en el feca a tomar un vermú, que no es "tengo la excusa para escaparme de mi casa" sino completar esa otra parte que uno insisto en el también, necesita. Esa cosa "errante" o "nómade".

El tema parece al cuete, ¿a quién le importa? Sin embargo, es de esas cuestiones menores que espero (me) revelen otras más profundas.
Hay demasiados prejuicios que uno tiene metido adentro, de esos que intenta exorcizar y superar, cuestión de no seguir siendo vehículo de errores. Entre ellos, el minimizar el "mal machismo" heredado, ese que definía más arriba, y que es simétrico (aunque no explicable como es) el "mal feminismo", ese que denigra, a partir de tantos siglos de opresión toda manifestación masculina (creo que el pasarse de rosca para equilibrar una acción de violencia es entendible y explicable, no sé si justificable; así, cuando leo algunos textos feministas "pasados de rosca", y más allá de las exageraciones, lo acepto, pero no puedo aceptar el "mal machismo en respuesta al mal feminismo", es volver a esa misoginia usando al otro como excusa para no corregir las meadas fuera del tarro)
Es los tipos que van a pescar, que importa, pero no importa si se pesca algo; es levantarse a la madrugada, cagado de frío, meterse en el agua, esperar horas y horas hasta que pique (o no), la fogata…
Y sí, después de todo ese ¿sufrimiento? Volver a casa, contento, feliz, orgulloso de uno mismo y los amigos, y de saberse "hombre", y nuestra Dama, que tuvo su tiempo para protestar de todas las cosas que dejamos colgadas (cambiar la lamparita, tapar algún agujero en la pared, pintar el gallinero, aceptar los mates mientras leemos el diario…, la vida de hogar, tan necesaria, pero que cada tanto hay que alejarse)

O sea… que estoy rozando lo que quiero transmitir, pero que no lo estoy haciendo, así que seguramente vendré y vendré y volveré al tema.
¡Jiji!